Actualmente, el crudo ligero (West Texas Intermediate) mantiene una tendencia bajista de medio plazo. Sin embargo, en el corto plazo está mostrando un rebote alcista tras alcanzar la zona de mínimos anuales, en torno a los 57,70–58 dólares por barril. Este movimiento podría extenderse hasta niveles cercanos a los 64–65 dólares, donde se encuentra una resistencia relevante.
No obstante, el precio sigue bajo fuerte presión vendedora. Mientras no supere con claridad los 65 dólares, este rebote debe interpretarse como una oportunidad para deshacer posiciones si se está dentro del mercado. Para quienes están fuera, no parece ser un activo atractivo en este momento, ya que muestra un comportamiento más bien lateral-bajista y sin una dirección clara.
Desde nuestra perspectiva, lo más relevante a la hora de invertir es identificar activos con una tendencia definida. En este caso, el petróleo no cumple con ese criterio. A diferencia del oro, que sigue mostrando una clara tendencia alcista y un comportamiento técnico más favorable, el petróleo continúa goteando a la baja, reflejando posiblemente el temor del mercado a una desaceleración económica o recesión, lo que impactaría directamente en la demanda.
Por tanto, mientras el crudo no supere la zona de 65 dólares con volumen y convicción, nuestra recomendación es mantenerse al margen.