Las aseguradoras Linea Directa y Santalucía tienen como objetivo principal seguir diversificando sus negocios con el fin de mantener su crecimiento en los próximos años. Este enfoque estratégico fue detallado por la consejera delegada de Línea Directa, Patricia Ayuela, y el director general de Santalucía, Andrés Romero, respectivamente.

Patricia Ayuela mencionó durante su participación en el 'XVI Encuentro Financiero', que la compañía continuará ampliando su portfolio de productos dirigidos a particulares, así como a pequeños y medianos empresarios y autónomos. Destacó el reciente lanzamiento del seguro 'antiokupación', el cual ya se encuentra incluido en el 75% de las pólizas de hogar vendidas por la aseguradora. Este seguro ha tenido un éxito notable desde su introducción independiente en el mercado. Ayuela señaló que la preocupación social por la ocupación ilegal sigue siendo relevante en la actualidad, lo que sustenta el potencial crecimiento continuo de este tipo de seguro.

Andrés Romero explicó que el nuevo plan estratégico de Santalucía para el período 2025-2028 se centra en continuar expandiéndose y diversificando sus operaciones. Destacó que la solidez financiera de la compañía, su capacidad de endeudamiento y su evolución positiva en el rating les permiten abordar proyectos de esta envergadura. Romero mencionó que Santalucía tiene una capacidad potencial de alrededor de 1.000 millones de euros para llevar a cabo estas iniciativas.

El director general de Santalucía enfatizó el interés de la aseguradora en ingresar al mercado de seguros de movilidad, de mascotas y en fortalecer su oferta en el segmento de seguros de salud. A pesar de ser líder en ciertas líneas de negocio específicas, la compañía busca explorar nuevas áreas y complementar su propuesta de valor.

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En el mismo evento, Javier Valle, consejero delegado de VidaCaixa, compartió que la hipoteca inversa lanzada por la aseguradora está teniendo una buena acogida, aunque a un ritmo gradual. Valle mencionó que este proceso aún se encuentra en una etapa inicial, dado que implica plazos prolongados y requiere una explicación detallada a nivel familiar.

Valle también destacó el desafío que representa la etapa de la vida posterior a los 65 años, donde se estima que la mitad de la esperanza de vida restante podría ser de baja calidad. Esta situación plantea un reto significativo para el sector asegurador en términos de planificación y cobertura adecuada para los asegurados en esta etapa de la vida.