Infojobs acaba de publicar su último estudio sobre mejoras laborales y el estudio es muy aclarador ante el potencial perfil de estudiantes de los distintos master o programas formativos de primer nivel.
El informe revela un cambio significativo en las prioridades laborales de los trabajadores españoles, donde el interés por el ascenso jerárquico tradicional ha disminuido notablemente. Más de la mitad de la población ocupada, un 57%, declara que no aspira a ascender profesionalmente, con un 19% sin ningún deseo de hacerlo y un 38% con poco interés. Este panorama se enmarca en una tendencia más amplia impulsada por la irrupción de nuevas generaciones, donde factores como la conciliación, la salud mental y el bienestar personal están redefiniendo el concepto de progreso profesional frente a las ambiciones de ascenso o reconocimiento.
El interés por progresar profesionalmente muestra una clara diferencia por edad. Entre los menores de 35 años, la ambición sigue siendo alta, con un 57% que sí muestra interés en ascender. Sin embargo, a partir de los 35 años, este interés cae drásticamente a sólo el 39%, lo que sugiere que los trabajadores en etapas más avanzadas de su carrera tienen posiciones más asentadas y realizan una ponderación de costes y beneficios diferente al considerar nuevas responsabilidades. Para la mayoría, la promoción interna se ha convertido en una opción sujeta a contexto y conveniencia, más que en un hito inevitable.
La decisión de aceptar o rechazar un ascenso se rige por una ambición selectiva donde el valor que aporta el cambio es crucial. Los principales motivos para aceptar una promoción son el aumento salarial (70%) y la obtención de un mayor reconocimiento profesional (34%). En contraste, los motivos principales para rechazar un ascenso están ligados a la calidad de vida: el impacto en la conciliación de la vida personal y laboral (50%) y el deseo de mantener la estabilidad de las condiciones laborales actuales (38%) son los factores de freno más importantes, incluso por delante de la carga de trabajo.
En este nuevo escenario, el informe identifica dos corrientes principales en la actitud ante el trabajo. Por un lado, una mayoría de trabajadores, el 54%, se centra en hacer bien sus tareas y crecer profesionalmente sin buscar activamente el reconocimiento externo. Por otro lado, solo un 18% de la población ocupada vincula su éxito principalmente a ascensos, logros visibles y reconocimiento. Esto explica por qué el reconocimiento no tiene el mismo peso para todos y subraya cómo las prioridades han evolucionado hacia la búsqueda del equilibrio personal, familiar y profesional.
El estudio de InfoJobs describe un patrón de ambición más selectiva y moderada. Una mayoría no prioriza el ascenso, y cuando lo hace, los motores clave son la compensación económica y el desarrollo real. No obstante, el factor decisivo que frena la progresión es el miedo a que el cambio amenace la conciliación y las condiciones laborales ya consolidadas. En esencia, la meta del éxito laboral se ha desplazado de la cima jerárquica hacia el bienestar y el equilibrio entre la vida profesional y personal.
Ante este panorama, las escuelas de negocio se están centrando en los estudiantes jóvenes que buscan mejorar su empleabilidad, así cómo buscar alumnado de otras partes del mundo que quiera venir a obtener una enseñanza de calidad de algunas de las mejores escuelas de negocio del mundo que tenemos en España.
Por otra parte, las empresas si ven la necesidad de formar a sus trabajadores con distintos programas in company para la mejora de sus habilidades directivas y profesionales.
La pregunta que deberíamos hacernos como sociedades ¿en la década de la IA, que va a pasar con todos estos trabajadores que no quieren formarse para progresar?