La última encuesta de gestores globales de BofA Merrill Lynch lo deja claro “
los inversores no son totalmente bajistas ya que solo un 12% de ellos creen que en los próximos doce meses entraremos en recesión”, dicen. Por eso siguen sobreponderando la renta variable, infraponderando los bonos y apostando por tecnología, explican los autores de la encuesta.


 
Con todo, las fuertes caídas en bolsa se han producido en medio de un proceso de aumento de la liquidez de las carteras de los inversores que se ha situado ya en el 5,4%.   Todo porque esperan un menor crecimiento de los beneficios y del crecimiento de la economía.  Pero el mayor riesgo que barajan los expertos es China y la segunda derivada de esto, que sería una nueva crisis en los mercados emergentes.


 
Además, otra de las consecuencias que se pueden apreciar en el resultado de la encuesta es que sus posiciones se han vuelto más defensivas, ya que han vendido más acciones, materias primas, acciones industriales, financieras y salud para pasar a comprar  más salud, consumo básico…


 Por si fuera poco, las posiciones largas que esperaban subidas del dólar se han comenzado a desvanecer, tanto que las posiciones alcistas están en mínimos de  tres años. Todo porque los inversores esperan que la FED baje el ritmo de subida de tipos, ya que ahora prevén solo dos alzas, en lugar de las tres que se estimaban en la encuesta anterior. De hecho, la fortaleza de la divisa americana ha llevado a niveles máximos las posiciones que infraponderan materiales, y empresas industriales.
 
Apuntan los autores del informe que “los inversores ya no niegan la posibilidad de una recesión o un mercado bajista, pero todavía consideran que la situación macro y los mercados están en una situación normal para la actual fase del ciclo en la que nos encontramos”. De hecho, explican que “una capitulación total  implicaría una mayor debilidad del dólar y un aumento de las posiciones cortas, ya que las redenciones forzarían a los inversores a vender posiciones largas como las que tienen en empresas como Facebook, Apple, Netflix o Google, los llamados FANG”.
 
¿Cómo se han movido las carteras?
 
La asignación de las carteras a la renta variable ha caído con fuerza. Así el porcentaje de gestores que sobreponderan la bolsa ha pasado a un 21% desde el 42% anterior, aunque explican que  “esta situación está ligeramente por debajo de la media a largo plazo, muy lejos de una situación de recesión”, apuntan.
 
El tipo de acción que más gusta son las grandes compañías ya que el porcentaje de inversores que piensan que lo harán mejor que las small caps está en máximos desde octubre de 2014.
 
Por regiones, mejora la situación para Estados Unidos, ya que el número de gestores que la tienen infraponderada cae hasta el 15%. Eso sí, recuerdan que Wall Street está infraponderada ya durante once meses consecutivos y que se ha situado por debajo de su media histórica.
 
También se ha reducido el porcentaje de gestores que sobreponderan la renta variable europea hasta el 51%, aunque es la región que  más gusta.
 
Por otro lado, la compra de bonos se ha situado en máximos de 3 meses. En total, el número de gestores que los tienen infraponderados ha pasado al 47% desde el 64%, una posición cercana a la neutralidad, explican en BofA Merrill  Lynch.
 
El porcentaje de inversores que infraponderan materias primas está en mínimos de cuatro meses, en el 30%.


 Así, los inversores ven el petróleo más barato de lo que lo han visto en doce meses, ya que el 42% piensa que está infravalorado, en niveles de 2008/2009.


 
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