José Luis Cava abre hablando sobre Bitcoin, recordando que el consenso de muchos analistas es bajista (objetivo ~95.000) y que el sentimiento particular muestra miedo. Pero aporta datos técnicos y de comportamiento: la cotización está apoyada en la media de 50 semanas y la ha respetado hasta ahora; los retrocesos típicos al llegar a máximos han sido del 20–25% y el actual es del 21%, es decir, un retroceso normal dentro de una tendencia alcista (equivale al 50% del recorrido previo, un nivel Fibonacci). Por tanto, lo interpreta como una fase correctiva y no necesariamente como el final de la tendencia.
Cava liga el retroceso a la liquidez: el dólar comenzó a apreciarse a mediados de julio, justo cuando la liquidez en EEUU empezó a escasear. Si la liquidez retorna una vez concluido el cierre gubernamental, el escenario más probable sería que este retroceso sea solo consolidación previa a un nuevo tramo al alza. Además destaca la actividad de las llamadas “billeteras acumuladoras". Según él han comprado 350.000 Bitcoin en los últimos 30 días y 50.000 en la caída profunda de anteayer, es decir, manos largas intergeneracionales que quitan oferta del sistema.
No obstante, Cava advierte de un hecho que considera anómalo y que, en su opinión, deberían investigar los supervisores. En Binance hay órdenes de venta enormes que podrían ser falsas. Expone tres escenarios técnicos alrededor de la zona de 105.000: si esas órdenes desaparecen cuando llegue el precio, eran falsas y es probable superar la resistencia; si permanecen, habría un techo; si se supera con esas órdenes aún presentes, significaría demanda capaz de absorberlas y, por tanto, formación de suelo y posible tramo al alza.
En cuanto al oro, el experto señala que el Banco de Polonia ha comprado este año unas 67 toneladas y que su gobernador afirma que “el oro es el único activo seguro”. Interpreta que, si Polonia persigue que el oro represente el 30% de sus reservas, ello implicaría compras por más de 150 toneladas y que la demanda de bancos centrales elevará el precio del oro. Por eso su expectativa es que, en cinco años, el oro podría alcanzar los 10.000 dólares.
Respecto al cierre del gobierno estadounidense, el analista señala que, pese al cierre, la deuda pública se ha incrementado en 600.000 millones desde el 1 de octubre; proyectado al ritmo actual, prevé que la deuda podría llegar a 40 billones en 2026.
Señala además que la Oficina Presupuestaria estimó un frenado del crecimiento anual entre 1 y 2% por el cierre y que las facturas pendientes reales serían en torno a 71.000 millones, que al reabrirse entrarían al sistema y restaurarían liquidez, beneficiando bolsas, oro y Bitcoin. Por último, recuerda el riesgo jurídico sobre la política arancelaria de Trump (casos ante la Corte Suprema) y cómo la recaudación por aranceles condiciona déficit y liquidez, con impacto directo en activos financieros.