Hasta el mediodía el euro avanzaba hacia los 1,1760 dólares animado por el mensaje de “pause” que enviaron anoche el presidente de EEUU, Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean Claude Junker, sobre la guerra arancelaria. Sin embargo, después de escuchar al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi,  la moneda única giró un cuartillo de punto.

La distensión en materia de comercio exterior entre la Unión Europea y EEUU tiene revuelto el mercado de divisas, y el mercado esperaba escuchar algo de Mario Draghi que pudiese utilizar de pista para lograr algo de certidumbre sobre la futura subida de tipos de interés en el viejo continente.

Sin embargo, Mario Draghi, se ha limitado a confirmar lo emitido en el comunicado y, respecto al acuerdo alcanzado entre Donald Trump y Jean Claude Juncker de trabajar juntos hacia los cero aranceles, el italiano ha afirmado que la predisposición a discutir los temas es “una buena señal, pero es pronto para opinar sobre el contenido del acuerdo”.

Anoche, en un comunicado conjunto, el presidente de EEUU y el de la UE se comprometieron a trabajar “para reducir las barreras y aumentar el comercio de servicios, productos químicos, farmacéuticos, médicos y soja; así como a fortalecer la relación comercial actual entre ambos, cifrada en algo más de  billón de dólares.

El BCE en línea con las expectativas del mercado

Lo avisaba el consenso de analistas, esta reunión veraniega del BCE era prácticamente irrelevante para los mercados. Efectivamente, tanto el comunicado como las palabras de Mario Draghi, no han despejado ninguna de las cuestiones que se plantean en el horizonte, tras los anuncios de junio.

El banquero central no se ha desviado ni una milésima de su último discurso, reiterando que los tipos de interés se mantendrán en el mínimo histórico del 0% hasta “al menos durante el verano de 2019”.  

En cuanto a los bonos griegos, ha afirmado que en la actualidad no son elegibles para el “QE” y ha insistido varias veces en que la política de reinversiones aún no se ha empezado a discutir.

Así las cosas, el consejo de gobierno del BCE se mantiene en la línea de las expectativas, al acordar mantener sin cambios las medidas de política monetaria. Así los tipos de interés continúan en el 0% y la facilidad de depósito permanece en el -0,4%. El regulador central continuará comprando deuda por valor de 30.000 millones de euros al mes hasta septiembre. En otoño la cantidad se verá reducida a 15.000 millones hasta concluir las inyecciones de liquidez en fin de año.