Así, el beneficio neto de Chevron cayó casi un 6% desde el mismo periodo del año anterior hasta 4.950 millones de dólares. El resultado por acción se colocó en 2,57 dólares, por debajo de lo que esperaban los analistas encuestados por Thompson Reuters. (2,71 dólares).

La empresa ha publicado que la producción aumentó en los últimos tres meses del año hasta 2,52 millones de barriles diarios, aunque se ha quedado por debajo de las previsiones de la compañía. La empresa esperaba crecer hasta 2,65 millones de barriles, ya que sus estimaciones es que la extracción de sus pozos crezca un 25% hasta 2017.

Chevron, sin embargo, ha reconocido la caída de los ingresos en el área de downstream. Es decir, la unidad en la que se incluyen las actividades de refino y producción de otro tipo de productos químicos. En concreto, la caída del beneficio ha sido de un 45%, que es lo que, finalmente, ha impactado más en el beneficio global de la empresa.

Esta caída en los márgenes de refino está siendo común a la mayor parte de las empresas del sector en Estados Unidos. Ya lo vimos ayer, por ejemplo, con los resultados de Exxon Mobil. (Ver noticia de resultados)

En este entorno, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión muestran que Chevron está instalada en estos momentos en fase de consolidación. Estos indicadores le dan 6 puntos en una escala que va del 0 al 6.

Entre todas las variables que estudia se han detectado tres puntos débiles para la acción, entre los que se encuentra una tendencia a medio plazo bajista, así como el volumen a largo plazo y el momento total rápido.