Puma es uno de los grandes protagonistas de la Bolsa de Frankfurt, con una subida a media sesión de un 13,5%. El gigante de la ropa deportiva no atraviesa un buen momento, ante la elevada competencia en el sector y la barrera de los aranceles. Sus acciones habían caído más de un 50% en lo que va de año, marcando mínimos de la última década.

Según una información de Bloomberg que cita fuentes anónimas, Puma estaría considerando ponerse a la venta. Y la mejor colocada para presentar una oferta por el fabricante de ropa deportiva podría ser Anta Sports, que cotiza en Hong Kong.

Puma también podría atraer el interés de la firma textil china Li Ning y de la japonesa Asics Corp, según la agencia estadounidense.

El CEO de Puma, Arthur Hoeld, nombrado el 1 de julio, tiene la tarea de revitalizar la marca en crisis. Su plan de reestructuración incluye despidos, la reducción de la gama de productos o la mejora de las operaciones de marketing.

“A finales de julio, declaramos que 2025 sería un año de reajuste”, declaró Hoeld el 30 de octubre. “Desde entonces, hemos tomado medidas importantes para sanear la distribución de PUMA, mejorar nuestra gestión de caja y reestructurar nuestros gastos operativos. Al ampliar nuestro programa de eficiencia de costes, nos movemos con rapidez para abordar los desafíos y hacer que el negocio sea más eficiente y resiliente”.