José Luis Cava explica que el 4 de julio una cartera que llevaba inactiva desde el año 2011 ha transferido 80.000 Bitcoin, valorados en aproximadamente 8.600 millones de dólares, a la cadena de bloques. “El tenedor de estos Bitcoin los tenía almacenados en un archivo frágil, que se ha podido corromper durante estos últimos 14 años. Además, estas monedas estaban protegidas por una contraseña antigua, fácilmente quebrantable”.
Asegura que la persona que lo haya hecho ha corrido unos riesgos de seguridad enormes. “Al traerlos al mundo actual, si hubiera cometido algún error tipográfico, hubiera provocado una catástrofe: se hubieran perdido los 80.000 Bitcoin”.
Se desconoce la identidad del propietario. Lo único que se sabe es que es una sola persona, no sabemos si física o jurídica. “Ahora bien, teniendo en cuenta que son del año 2011, debemos considerar que el tenedor es una figura histórica de Bitcoin, una figura histórica de la época de Satoshi. Lo más probable es que esta persona haya adquirido los Bitcoin como recompensa por sus actividades de minería, cuando la cotización de Bitcoin estaba a menos de un dólar”, explica el experto.
¿Por qué han transferido ahora 80.000 Bitcoin? El analista asegura que esta transferencia no es casual. “Lo primero que tenemos que preguntarnos es si los han transferido a la cadena de bloques para venderlos. Es lo que más me preocupa a mí, porque estoy largo en Bitcoin. En principio, cuando se supo la noticia, la reacción del Bitcoin fue a la baja, un 2%, pero yo creo que fue una reacción suave, teniendo en cuenta la volatilidad de Bitcoin, y no se rompió ningún soporte relevante”, afirma. “Ahora bien, nos han metido el miedo en el cuerpo, porque si una mano que tiene 80.000 Bitcoin comprados a prácticamente cero dólares el Bitcoin se pone a venderlos, puede hundir perfectamente el precio. Por ese motivo, yo me iba a fijar si se rompe y si se soporta relevante”.
Se plantea que no lo ha hecho para venderlos, al menos a corto plazo. Y en ese caso, la hipótesis que le parece más probable es que lo hayan hecho para mejorar la seguridad. Otra hipótesis, probable también, es que este propietario histórico de Bitcoin quiera protegerse frente a cambios regulatorios, que quiera también cubrirse de riesgos fiscales, “porque evidentemente las agencias tributarias de todos los países estarán persiguiendo el origen del dinero y tratarán de atraer a su territorio fiscal la residencia de esta persona histórica que posee tanto Bitcoin”.
Pero luego también hay otro motivo: los riesgos geopolíticos. “Estoy seguro que los servicios secretos internacionales y, en Estados Unidos, la NSA están investigando y rastreando el origen del dinero. Y no es porque estén haciendo lavado de dinero. Lo que les preocupa es que sean fondos de guerra digitales”. Si fueran fondos de guerra digitales, los dedos apuntan a China, explica, y no descarta a Corea del Norte.
Sea como sea, Cava hace un llamamiento a la atención de Bitcoin, porque si los 80.000 Bitcoin se han incorporado a la cadena de bloques y la intención es venderlos, “muy probablemente la cotización de Bitcoin sufriría”.