¿Cuál es el perfil de alumno que tenéis ahora mismo?
El perfil de nuestros alumnos es muy variado. Por un lado, contamos con recién regresados y zeDlos que acaban de terminar la universidad y buscan un posgrado de referencia, principalmente para especializarse y facilitar su incorporación al mercado laboral. Suelen ser jóvenes de entre 22 y 25 años.
Por otro lado, tenemos todo el espectro de profesionales y ejecutivos. Desde personas con zdos o tres años de experiencia que desean obtener una certificación financiera, cursar un programa de desarrollo directivo o realizar un curso de especialización, muchas veces motivados por cambios normativos que no habían abordado en su formación previa, ya sea con nosotros o en otras escuelas hasta perfiles con una trayectoria profesional muy consolidada que buscan actualizar conocimientos, reciclarse o incluso realizar un cambio de xh.h,la.
En este sentido, nuestro alumnado abarca aproximadamente desde los 22 hasta los 65 años, algo cada vez más habitual teniendo en cuenta que las carreras profesionales son más largas y requieren formación continua.
Además, durante el verano, especialmente en el mes de julio, ofrecemos nuestros programas de Summer School, que tienen un perfil distinto. En estos cursos recibimos alumnos de muchos países gracias a los convenios que mantenemos con universidades y escuelas internacionales. En este caso, el perfil se rejuvenece: contamos con estudiantes universitarios de entre 19 y 22 años que buscan profundizar en temas financieros o tecnológicos, probar distintas áreas y decidir en qué quieren especializarse cuando finalicen sus estudios, qué máster desean cursar o hacia dónde orientar su carrera profesional.
La formación que ofrecéis es tanto presencial como online. ¿Existe alguna diferencia entre el perfil del alumno que busca formación online y el que opta por la formación presencial?
Sí. Hace ya unos doce años definimos una estrategia clara de e-learning. En ese momento ya llevábamos tiempo trabajando en formación online y detectamos que este modelo iba a crecer de forma significativa, incluso antes de la pandemia, que fue la que terminó de impulsar definitivamente esta modalidad.
A partir de ahí, analizamos nuestros programas, su nivel de complejidad y el público al que iban dirigidos, y en función de ello definimos qué programas debían seguir siendo presenciales, cuáles podían impartirse en formato 100% online y cuáles tenían más sentido en un modelo blended o híbrido.
En general, los alumnos más jóvenes valoran mucho la presencialidad. Para ellos es fundamental el aprendizaje entre iguales, la interacción directa con el profesor y, sobre todo, el networking. De hecho, en nuestros másteres full time fomentamos que la asistencia sea cien por cien presencial.
También contamos con programas ejecutivos de alto nivel, orientados al desarrollo del liderazgo o a la combinación de habilidades técnicas con las denominadas soft skills, que cada vez son más estratégicas. En estos casos, el networking vuelve a ser un factor clave. Es cierto que muchos alumnos no asisten siempre de forma presencial y siguen parte del programa en streaming, en tiempo real, pero sí existe un porcentaje que acude al aula porque valora especialmente el contacto con profesionales de otras empresas y sectores, así como la interacción directa con los profesores, que son a su vez ejecutivos en activo. Esa experiencia aporta un valor que va más allá del contenido académico, por lo que estos programas mantienen un formato principalmente presencial.
Por otro lado, en programas con una elevada complejidad técnica, como nuestro Máster en Finanzas Cuantitativas —en el que AFI Global Education es una referencia desde hace casi treinta años—, recomendamos claramente la presencialidad o, al menos, la modalidad en streaming en tiempo real. En este tipo de formación hay mucho trabajo práctico y de programación que se desarrolla en directo con el profesor, y eso requiere interacción inmediata. Desde la pandemia, además, la tecnología se ha abaratado y la modalidad dual es mucho más fácil de implementar, permitiendo alumnos presenciales y virtuales trabajando simultáneamente en tiempo real.
El resto de programas pueden adaptarse perfectamente a un formato 100% online. En el caso de programas largos, aunque sean online, nos gusta incluir algunas sesiones presenciales o tutorías presenciales periódicas para facilitar una comunicación más fluida con los profesores. Estas sesiones, además, se graban y se suben a la plataforma para aquellos alumnos que no puedan conectarse.
La formación online también nos ha permitido una mayor internacionalización. Desde hace ocho años tenemos presencia física en México y damos cobertura a toda Latinoamérica. De hecho, en México somos el capacitador de referencia para la banca, gracias a un convenio con la Asociación de Bancos de México. Aun así, la verdadera dimensión internacional la aporta el modelo online.
Para que te hagas una idea del impacto, actualmente formamos a unos 40.000 alumnos al año. Ese volumen solo es posible gracias a la escalabilidad que ofrece el formato online. En algunos casos, por ejemplo, llegamos a formar a más de 4.000 empleados de una misma entidad financiera en un solo año.
¿Y cómo trabajáis el networking para estas nuevas generaciones que buscan sus primeros másteres? Para ellos es importante no solo el contenido, sino también la red de contactos.
El networking es cada vez más relevante, tanto para los jóvenes como para los ejecutivos. Los primeros, al estar comenzando su carrera, lo valoran mucho, pero también es esencial para los ejecutivos, especialmente en un contexto en el que hay mucha rotación y personas que buscan cambiar de puesto o empresa.
En AFI Global Education, organizamos un mínimo de 30 actividades al año, que incluyen webinars, masterclasses y conferencias, todas abiertas a nuestra red de alumni a nivel global. Lo interesante de estas actividades es que no solo están dirigidas a antiguos alumnos, sino también a futuros alumnos, a quienes invitamos a participar, ya que consideramos que todo lo que sume en términos de networking es positivo.
Nuestro objetivo es que los alumnos se mantengan al día en temas de máxima actualidad, como economía, finanzas, tecnología, gestión del talento o sostenibilidad, áreas clave que forman parte de estos eventos. Además de actualizar sus conocimientos, tienen la oportunidad de hacer networking, conocer a personas de otros sectores, otros programas y otras promociones, así como reencontrarse con antiguos compañeros.
Somos muy activos en este aspecto, tanto en España como en México, donde también llevamos a cabo diversas actividades de networking para fomentar estas conexiones profesionales.
Antes comentabas que estáis realizando mucha formación in company. Actualmente, ¿qué programas os están demandando más las entidades financieras, teniendo en cuenta vuestro fuerte arraigo en el sector financiero? ¿Y qué ocurre con las grandes empresas en general?
En formación in company trabajamos, en primer lugar, todo lo relacionado con las exigencias regulatorias. Estamos homologados tanto por la CNMV como por el Banco de España, lo que nos convierte en un referente en este ámbito. Por ello, impartimos todas las formaciones vinculadas a certificaciones obligatorias reguladas, tanto para los profesionales que se incorporan a las entidades como para la formación continua, que también es obligatoria. En este segmento contamos con una cuota de mercado muy elevada.
Además, en el sector financiero que, como comentabas, representa una parte muy importante de nuestros clientes, especialmente habilidades directivas y comerciales. Al final, todos los profesionales necesitan saber comunicar y “vender” su conocimiento. En el ámbito financiero, esto es especialmente relevante, ya que la comercialización de productos financieros tiene un componente clave de asesoramiento y de generación de confianza con el cliente.
Por ello, hemos diseñado, junto con algunos de nuestros partners, programas que desarrollamos de forma conjunta entre el equipo de AFI Global Education y los propios equipos de las entidades financieras. Estos programas están dirigidos a distintos segmentos, especialmente a banca personal y banca privada, donde los profesionales gestionan clientes con cierto nivel de patrimonio. En este ámbito estamos realizando un volumen muy significativo de formación.
Por último, para todos los sectores, estamos impulsando de forma muy decidida la formación en tecnología. Fuimos pioneros al lanzar el primer máster en Data Science y Big Data hace casi quince años, y actualmente estamos ampliando esta oferta con todo lo relacionado con la inteligencia artificial, que ha irrumpido con enorme fuerza y está transformando la forma de trabajar en todos los sectores. Esta formación tecnológica y en inteligencia artificial es hoy una de las áreas con mayor demanda.
¿Cómo está cambiando la inteligencia artificial tanto la forma de impartir los programas como los contenidos que incorporáis dentro de vuestra oferta formativa?
La inteligencia artificial está transformando la formación en dos sentidos. Por un lado, hemos desarrollado programas específicos de IA adaptados a distintos niveles: desde formación en inteligencia artificial para usuarios, hasta programas dirigidos a la alta dirección y a consejos de administración, orientados a entender el impacto real de la IA en las organizaciones y cómo implementarla de manera efectiva.
En estos programas trabajamos, en primer lugar, los fundamentos: qué es la inteligencia artificial, qué impacto tiene en los negocios y cuáles son los distintos tipos de IA que existen. A partir de ahí, abordamos su aplicación práctica en las organizaciones.
Por otro lado, la inteligencia artificial se ha incorporado de forma natural a la manera en la que impartimos nuestras clases. En AFI Global Education, todos nuestros equipos ya utilizan IA en su día a día, y ese uso se traslada también al aula. Hoy en día no se concibe un programa de Excel o de lenguajes de programación sin la intervención de herramientas de inteligencia artificial; forman parte del proceso de aprendizaje de manera habitual.
Esta integración es posible porque nuestros programas tienen un enfoque muy práctico y están impartidos por profesionales en activo, con un alto rigor académico, pero que trabajan directamente en las materias que enseñan. Al incorporar la IA en su trabajo diario, la integran también de forma natural en la docencia, lo que garantiza que los contenidos estén siempre alineados con la realidad del mercado.
¿Hay algún programa del que te sientas especialmente orgullosa y algún programa novedoso de los últimos que estéis lanzando?
En realidad, no me resulta difícil contestar. Hace siete años pusimos en marcha en AFI Global Education una iniciativa de mujeres llamada Mujeres que Transforman. Derivado de esa iniciativa, hace cinco años lanzamos un programa ejecutivo con el mismo nombre, presente tanto en España como en México. Es un programa que combina hard skills y soft skills, orientado a preparar a mujeres que ya se encuentran en posiciones intermedias para dar el salto a la alta dirección o para formar parte de consejos de administración.
En la parte de hard skills abordamos contenidos como economía, finanzas, geopolítica, sostenibilidad, transformación digital, inteligencia artificial, así como aspectos jurídicos y de gobierno corporativo. A esto se suma un trabajo muy profundo en las denominadas soft skills, que cada vez son más estratégicas.
Trabajamos competencias clave como la comunicación en público, la participación en reuniones, la gestión de equipos, el desarrollo del personal branding y, por supuesto, el networking, que es fundamental. No se trata de hacerlo mejor o peor, sino de entender que muchas veces las mujeres afrontan estos retos de forma diferente y necesitan espacios específicos para desarrollar todo su potencial.
El programa se imparte tanto en España como en México, dos realidades muy distintas. En España todavía queda camino por recorrer, pero estamos cada vez más cerca de la paridad y se han hecho avances importantes. En México, sin embargo, este tipo de iniciativas siguen siendo especialmente necesarias.
Llevamos ya cinco ediciones del programa ejecutivo y siempre asisto a la clausura. Es un momento muy emocionante, porque las participantes se acercan para agradecer el programa, no solo por lo que han aprendido, sino por la red de apoyo y networking que han creado. Muchas expresan que, por primera vez, sienten que no están solas y que han encontrado a otras mujeres con inquietudes y retos similares.
Esa contribución a la sociedad es, sin duda, el proyecto que más me llena y del que me siento más orgullosa, además de tener el honor de ser codirectora del programa.
A nivel de novedades, estáis lanzando numerosos programas formativos y abordando temas muy actuales. ¿En qué áreas se están centrando especialmente en esta nueva etapa?
Estamos desarrollando una amplia oferta de programas relacionados con los activos digitales. Y es importante aclarar que no hablamos únicamente de bitcoin, sino de un ecosistema mucho más amplio y global. Aunque los reguladores han intentado establecer ciertas barreras, la realidad es que el ámbito de los activos digitales no puede cerrarse por completo.
Existe todavía un gran desconocimiento sobre este tipo de activos, pero al mismo tiempo nos encontramos con muchas personas que ya disponen de un wallet y han adquirido distintas criptomonedas u otros activos digitales, a menudo sin una formación adecuada.
Por eso estamos realizando una labor formativa muy relevante, comenzando por la formación gratuita. A través de nuestro canal de YouTube, AF Global Education, ofrecemos numerosos cursos abiertos en distintas materias, incluida esta. Nuestro objetivo no es únicamente empresarial; también buscamos impulsar la alfabetización financiera.
Además de esta formación gratuita, hemos lanzado un programa más técnico, dirigido tanto a profesionales como a personas interesadas en el trading o la inversión en activos digitales. Este es, probablemente, nuestro lanzamiento más reciente y ambicioso, no solo en España, sino a nivel global.
Sobre el Máster en Finanzas Cuantitativas. Es uno de los másteres más prestigiosos de España y por él han pasado numerosos profesionales que hoy trabajan en banca y en grandes corporaciones. ¿Qué busca un alumno cuando accede a este máster y qué es lo que realmente encuentra?
Quien entra en el Máster en Finanzas Cuantitativas suele tener muy claras sus metas profesionales. Como bien señalabas, este programa cuenta con 29 años de trayectoria, mientras que el Máster en Banca y Finanzas —hoy convertido en un máster en finanzas generalistas— suma ya 31 años. Son, de hecho, los másteres en finanzas más antiguos de España, tanto en su vertiente generalista como cuantitativa.
Cuando se lanzó el Máster en Finanzas Cuantitativas, hace casi tres décadas, a nivel internacional apenas existía una formación similar: la de la Kellogg University, que sirvió de inspiración para su creación. Además, tuvimos la fortuna de contar con uno de los mejores matemáticos que ha dado este país, José Luis Fernández, quien fue el encargado de diseñar y poner en marcha el programa.
Desde entonces, el máster se ha actualizado año tras año, pero siempre ha mantenido su esencia: ser un programa de vanguardia, claramente situado en la frontera entre las matemáticas y las finanzas. Hace 29 años ya intuíamos que existía un maridaje natural entre ambas disciplinas. Hoy puede parecer evidente, porque las matemáticas se integran con la tecnología y con prácticamente todos los ámbitos, pero en aquel momento no lo era en absoluto.
Los resultados avalan ese enfoque. De hecho, los alumnos alcanzan el 100% de empleabilidad antes de finalizar el programa: a mitad de curso ya suelen contar con tres o cuatro ofertas de trabajo y el reto no es encontrar empleo, sino decidir dónde incorporarse. Además, acceden a salarios significativamente superiores a los de otros programas de posgrado.
En cuanto a la formación, salen con una especialización muy sólida en dos grandes áreas. Por un lado, todo lo relacionado con valoración (valuation), instrumentos financieros y activos complejos. Por otro, una formación profunda en gestión de riesgos, no solo financieros —que son el núcleo del programa—, sino también riesgos globales.
Esto amplía enormemente sus salidas profesionales. Aunque muchos trabajan en el sector financiero, también pueden hacerlo en ámbitos como la energía, las telecomunicaciones o cualquier industria intensiva en datos, donde el análisis y la gestión del riesgo son hoy fundamentales. En definitiva, se trata de perfiles con una altísima capacidad analítica, muy demandados y preparados para afrontar entornos complejos y cambiantes.
¿Cómo ves a AFI Global education dentro de 5 Años?
Llevo ya 15 años al frente de AFI Global Education y la verdad es que el tiempo ha pasado muy rápido. Hoy en día, hacer planes estratégicos a cinco años vista es casi imposible; de hecho, nosotros mismos no se lo recomendamos a nuestros clientes. El entorno cambia demasiado rápido. Personalmente, me siento más cómoda trabajando con una visión a tres años, con una hoja de ruta clara que complemente el plan anual.
Este último año hemos dado un paso muy importante con el cambio de naming. Pasamos de ser AFI Escuela —un nombre que empezaba a quedarse corto y algo indefinido— a AFI Global Education. Ese cambio refleja perfectamente nuestra filosofía actual: somos una escuela cada vez más global. No aspiramos a ser una business school generalista ni una universidad, pero sí a desarrollar verticales de conocimiento muy especializadas, alineadas con lo que los sectores realmente demandan.
Nacimos en el ámbito de la economía y las finanzas. Pronto entendimos que las matemáticas eran un complemento natural, después llegó la tecnología y, más adelante, la sostenibilidad. En este último ámbito, Emilio fue un auténtico visionario: hace ya diez años pusimos en marcha el primer programa de finanzas sostenibles en México, cuando todavía era un tema muy incipiente.
En los últimos años hemos añadido una nueva vertical clave: la gestión del talento. En un contexto marcado por la inteligencia artificial, las personas vuelven a situarse en el centro. La tecnología es fundamental, pero serán las personas quienes la apliquen, quienes gestionen equipos diversos, distintas generaciones, distintos conocimientos, y quienes aporten pensamiento crítico. Por eso llevamos ya dos años desarrollando intensamente esta área.
En cuanto al futuro de AFI Global Education, lo veo con una presencia internacional cada vez mayor. Ya impartimos formación en distintos idiomas, aunque sin duda somos líderes en lengua castellana. Seguiremos atentos a nuevas áreas de conocimiento que sean críticas para las empresas y, cuando detectemos una necesidad clara, desarrollaremos programas específicos.
Además, hemos lanzado recientemente una nueva línea de negocio con una nueva marca: Accedia, centrada en la formación profesional. Esta iniciativa nace al detectar una doble realidad: por un lado, una creciente escasez de talento en las empresas, especialmente en determinados perfiles; por otro, el hecho de que cerca del 30 % de los jóvenes en España, tras finalizar el bachillerato, optan por la formación profesional en lugar de la universidad.
No todas las posiciones requieren un perfil universitario. Para tareas como la gestión de redes sociales, el desarrollo web o funciones administrativas y comerciales, existen perfiles de FP altamente especializados que pueden aportar un enorme valor, con mayor satisfacción personal y mejor encaje en las necesidades reales de las empresas.
Nuestra apuesta con Accedia ha sido trasladar la calidad y el enfoque práctico de AFI Global Education a la formación profesional, especialmente en áreas como administración, finanzas, ámbito comercial y tecnología. Hemos comenzado con dos grandes verticales, aunque es muy probable que lancemos más, porque las empresas nos lo están demandando.
Además, lo hemos hecho con un método propio y diferencial: el método Accedia 360º. Creemos que, aunque la FP es una formación reglada y ha avanzado mucho en actualización de contenidos, sigue estando en ocasiones demasiado encorsetada. Por eso acompañamos al alumno de forma integral: entran el 1 de septiembre y no los soltamos hasta el 31 de julio, durante dos años completos, con un seguimiento continuo, real y conectado con las necesidades del mercado laboral.
¿En qué modalidad se imparte?
Actualmente se imparte en modalidad presencial y en streaming. Además, el próximo año pondremos en marcha una modalidad online, pero con un enfoque muy distinto al modelo tradicional: será un online de alta calidad, cuidadosamente diseñado, no el formato al que estamos acostumbrados en muchos programas digitales.
¿Se trata de un ciclo de Formación Profesional de Grado Superior?
Exactamente. Son dos años de Grado Superior. Está dirigido a alumnos que han finalizado el bachillerato o un grado medio y que, en lugar de optar por la universidad, encuentran aquí una alternativa altamente profesionalizante.
Aplicamos lo que llamamos el método Accedia, que comienza con un pre-campus centrado en herramientas informáticas y competencias básicas. Muchos alumnos llegan con lagunas en este ámbito y este refuerzo inicial nos permite después agilizar y profundizar mucho más en los contenidos oficiales del programa.
¿Qué diferencia a este modelo frente a una FP tradicional?
La clave está en la integración total con la empresa. Durante los dos años los alumnos realizan prácticas mediante el modelo de formación dual, que es el que actualmente demandan las empresas. Además, gracias a nuestra red, conseguimos que esas prácticas se realicen en empresas de primer nivel, muchas de ellas las mismas en las que se incorporan nuestros alumnos de posgrado.
A esto se suma un elemento diferencial: en el mes de julio los alumnos participan en una summer school, donde se integran con alumnos universitarios y perfiles ejecutivos. De este modo ampliamos su networking, reforzamos su especialización y complementamos su formación. Ese summer school está siempre alineado con el ciclo de FP que hayan elegido, lo que permite cerrar el proceso formativo con una visión mucho más completa.
El objetivo es que, tras esos dos años, salgan al mercado profesionales de FP altamente cualificados, muy enfocados y plenamente preparados para sectores con alta demanda.
¿En qué áreas se concentran principalmente estos programas?
El foco principal está en banca, seguros y sector financiero, junto con un peso muy relevante en tecnología. De hecho, la vertiente tecnológica es transversal y cada vez más protagonista.
Accedia es un proyecto reciente. ¿Cómo está siendo la acogida?
Lo lanzamos este año y estamos con la primera promoción. La acogida ha sido excelente. Hemos alcanzado prácticamente los 100 alumnos, que era el objetivo que nos habíamos marcado para el primer año. Somos muy partidarios de crecer con criterio y hacer las cosas bien desde el principio.
Actualmente contamos con sedes en Madrid y Sevilla, y tras comprobar que el modelo funciona, el próximo año el objetivo de alumnos será mucho más ambicioso.
¿Por qué Sevilla como uno de los primeros centros?
Accedia nace a partir de un acuerdo con Core Networks, una empresa especializada en formación tecnológica que ya contaba con una sede homologada en Sevilla. Hemos creado una joint venture con ellos y, a partir de ahí, ha surgido Accedia.
La idea es seguir expandiéndonos a otras ciudades, ya sea adquiriendo centros, abriendo nuevos espacios o incorporando nuevas áreas de conocimiento. Es una vertical con mucho recorrido.
Y, aunque dentro de cinco años no me atrevo a hacer planes cerrados, sí tengo claro que seguiremos creciendo de forma coherente, siempre conectados con lo que el mercado y las empresas realmente necesitan.
¿Tenéis un plan específico centrado únicamente en esta línea de Accedia?
Sí, sin duda. Accedia cuenta con un plan propio y claramente definido. De hecho, es una marca de la que se va a hablar mucho en los próximos meses; ya empieza a sonar y creemos que irá ganando una presencia cada vez mayor. Este tipo de perfiles es clave para la competitividad de nuestro país y para la competitividad de las empresas, que hoy tienen una necesidad real y urgente de talento cualificado.
Además, lo digo también desde la experiencia personal: yo vengo de la formación profesional, después hice la carrera universitaria, y sé perfectamente el valor que tiene esta vía. La FP no es un camino cerrado; quien quiera seguir estudiando puede hacerlo sin ningún problema.
De hecho, ahora han surgido los llamados másteres de FP, oficialmente denominados cursos de especialización, que representan un tercer nivel formativo tras el Grado Superior. En este sentido, acabamos de lanzar un curso de especialización en Data e Inteligencia Artificial, que arrancará en marzo y contará con dos convocatorias anuales, en marzo y septiembre. A este se suma otro curso de especialización en ciberseguridad.
Todo esto confirma que la Formación Profesional está evolucionando rápidamente y ganando peso, especialmente en áreas tecnológicas y estratégicas.
La gran ventaja para los alumnos que eligen Accedia es que tienen prácticas garantizadas en empresas de primer nivel y, posteriormente, una empleabilidad prácticamente del 100 %. Algunos centros están encontrando dificultades en este punto, pero nosotros contamos con una relación directa con las direcciones de recursos humanos y conocemos de primera mano cuáles son sus necesidades reales.
Por eso creemos firmemente en este proyecto. Es una apuesta con un impacto enorme, no solo para los alumnos, sino también para el tejido empresarial. Apostar por la FP es imprescindible, pero hacerlo con calidad, que es el sello que siempre ha caracterizado a AFI Global Education y ahora también a Accedia.