“2025 ha sido un año sorprendente y trepidante. Si miramos la evolución final de los índices puede parecer que el camino ha sido de rosas, pero no lo ha sido”. Este experto recuerda que el ejercicio comenzó con un fuerte escepticismo: “Se esperaba una recesión de Estados Unidos o al menos una clara desaceleración, se hablaba de dudas sobre los bancos centrales, de guerra comercial y de enormes tensiones geopolíticas”. Sin embargo, el año se cierra con una situación muy distinta: “Estamos cerrando el año con unos niveles de volatilidad en mínimos de los últimos años y con unas valoraciones en máximos, el S&P 500 de los últimos 30 años”.

Sobre el sector financiero, García destaca que “nuestros bancos están cotizando con un price to book por encima de cómo lo hacían en la gran crisis financiera” y asegura que “los resultados han sido no sólo sorprendentes, sino irrepetibles”. Atribuye gran parte del impulso de los mercados a la inteligencia artificial: “La historia de la inteligencia artificial ha sido claramente uno de los catalizadores, a pesar de las dudas sobre valoraciones o sobre los retornos futuros de unas inversiones que están siendo enormes”.

En el plano macro,  Estados Unidos sorprendió con fuerza: “Cerramos el año con un crecimiento del 4,3 % en el tercer trimestre y con una inflación del 2,7 % tras el shutdown de noviembre, lo que está allanando el terreno para nuevos recortes de tipos en 2026”. También ha puesto en valor el papel del BCE: “El Banco Central Europeo tomó la avanzadilla a la Fed y recortó cuatro veces los tipos en el primer semestre”, reconociendo que él mismo se equivocó al pensar que Christine Lagarde no se atrevería a hacerlo. “Estas decisiones le han salido especialmente bien, con una estabilización de los niveles de inflación en la eurozona”, afirmó.

Para García, Europa ha sido una sorpresa positiva: “Ha sido un año muy bueno para Europa, yo diría que excelente”, pese a la fuerte apreciación del euro, que ha lastrado las inversiones exteriores. “Alemania poco a poco va sacando la cabeza y los problemas de deuda interna en Francia no han tumbado las expectativas de los inversores europeos” y concluye que “prácticamente todo lo que tenía que salir bien ha salido bien”.

De cara a 2026, el experto ve recorrido en tecnología estadounidense: “Los BPA de Estados Unidos han subido un 14,9 % en el tercer trimestre gracias al sector tecnológico, y mientras mantenga el buen tono de resultados seguirá siendo una de las zonas donde invertiremos”. En Europa, destaca la sorpresa de los beneficios: “Se esperaba desaceleración y sin embargo la micro europea ha cerrado el trimestre con un 7,3 % de crecimiento en beneficios”. En cambio, se muestra más prudente con la banca: “Con un 65 % de subida en el año y valoraciones en máximos es complicado seguir sobreponderados, estamos más neutrales”. Entre las grandes apuestas, destaca el buen comportamiento de materias primas: “Ha sido una de las sorpresas del año, es el mejor sector a un mes vista en Europa con un 8,5 % y en el conjunto del año sube un 26 %”. A su juicio, “el sector de metales y minas, con el oro, la plata y el cobre en máximos, todavía nos da bastante upside”.

También señala oportunidades selectivas en consumo cíclico y lujo: “Ferrari, Michelin o Renault podrían recuperar algo de terreno”, y recordó que “Hermés se ha quedado muy retrasada”. Si el euro se normaliza, “el sector lujo europeo podría volver a ser un buen sector, con Hermès a la cabeza”.

Sobre la geopolítica, es claro: “Siempre nos preocupan, pero a los mercados no”. A pesar de Gaza, Ucrania, Venezuela o Taiwán, “ni siquiera el precio del crudo se ha tensionado, está en torno a 62 dólares cuando a principios de año superaba los 80”. Sin embargo, "lo que sí me preocupa enormemente es el incremento del gasto en defensa; eso es una tensión a medio plazo que quizá no se está descontando”. En su opinión, estamos entrando en una nueva guerra fría: “Es un caldo de cultivo que siempre nos va a estar inquietando”.

Con este telón de fondo, Pablo García cierra su análisis convencido de que, tras un 2025 “trepidante”, “2026 se presenta bastante alentador tanto desde el punto de vista macro como micro”.