Los gestores de fondos estadounidenses habían acumulado posiciones largas sobre el S&P 500 hasta alcanzar un máximo histórico. Se estima que el importe nominal ascendió a 190 mil millones de dólares, tla y como pueden ver en el gráfico que recogemos a continuación y que hemos obtenido de "zerohedge.com".

Hasta que se cancelen estas posiciones largas la presión vendedora continuará. Es decir, el suelo del mercado se alcanzará cuando clos gestores que estaban masivamente largos en el S&P 500 capitulen.

Muchos de estos gestores han optado por comprar “put”, en lugar de vender directamente los contratos de futuros.

Por ese motivo, se ha producido un notable incremento del volumen de posiciones abiertas en opciones de venta. Lógicamente, este volumen de compras de opciones ha provocado que los creadores de mercado (vendedores de las "put") hayan cubierto su posición vendiendo futuros. Cuando los gestores capitulen, los creadores de mercado se verán obligados a comprar futuros y en ese momento se formará un suelo.

En la sesión de hoy, al cotizar el S&P 500 por debajo de 3.215, resulta muy probable que los gestores de fondos que utilizan como estrategia seguir la tendencia se hayan sumado a la oleada vendedora.

El resto de los gestores también han vendido, pero no de una forma masiva porque se habrán limitado a ajustar sus posiciones.

Por lo que hace referencia a los algoritmos, no son los culpables de este desplome, pero habrán vendido algo siguiendo la tendencia bajista de corto plazo.

El segundo factor que ha desencadenado las ventas ha sido obviamente el temor a un colapso de la economía por los efectos del coronavirus.

Por lo tanto, debemos concluir que los índices ya han descontado una significativa desaceleración global.

El sentimiento de los inversores, tal y como podemos ver en el gráfico que recogemos a continuación, es claramente bajista. Los inversores tienen miedo. Ahora bien, el que se alcance un nivel de extremo de miedo entre los inversores no significa necesariamente que se haya formado un suelo.

El S&P 500 ha descendido ligeramente por debajo del soporte de la zona 3.160. El siguiente se encuentra en 3.075, nivel que representa un retroceso del 10% desde los máximos alcanzados la semana pasada.

Por el momento, no vemos pruebas de que se haya agotado el actual tramo a la baja.

Lo normal sería que en la zona comprendida entre 3.160 y 3.075 se produjera un rebote, que podría retroceder parte (38,2%-50%)del recorrido del tramo a la baja desplegado. Este rebote podría durar entre 3 y 4 días.

Este rebote debería ser seguido de una nueva onda a la baja.

El sentimiento de los inversores, tal y como podemos ver en el gráfico que recogemos a continuación, es claramente bajista. Los inversores tienen miedo. Ahora bien, el que se alcance un nivel de extremo de miedo entre los inversores no significa necesariamente que se haya formado un suelo.

 

 

El S&P 500 ha descendido ligeramente por debajo del soporte de la zona 3.160. El siguiente se encuentra en 3.075, nivel que representa un retroceso del 10% desde los máximos alcanzados la semana pasada.

Por el momento, no vemos pruebas de que se haya agotado el actual tramo a la baja.

Lo normal sería que en la zona comprendida entre 3.160 y 3.075 se produjera un rebote, que podría retroceder parte (38,2%-50%)del recorrido del tramo a la baja desplegado. Este rebote podría durar entre 3 y 4 días. Y lo más probable es que rebote sea seguido de una nueva onda a la baja.