En concreto, los títulos que se ha desprendido Repsol son los
BONAR24, unos bonos que tal y como explican en Repsol no cotizaban y fueron creados específicamente por la República Argentina para saldar este pago.

La propia Repsol ha comunicado a la CNMV que la venta de estos bonos se ha producido con poco descuento y que no tendrá repercusión en los resultados, ya que a estos precios la petrolera no tendrá que realizar provisiones. (Ver comunicado)

La venta a JP Morgan se ha realizado con un descuento de algo más de un 13%, con lo que la compañía que preside Antonio Brufau ha recibido 2.813,5 millones de dólares estadounidenses.

La venta se ha producido tan sólo un día después de que la compañía recibiera los bonos de Argentina. En concreto, Repsol recibió bonos por un importe de unos 5.000 millones de dólares.




En el comunicado, la compañía indica que “Repsol tendrá restringida la venta a terceros de los restantes bonos entregados por la República Argentina durante un período de 7 días, con ciertas excepciones”.

La petrolera ya ha avisado que tiene intención de vender el resto de bonos entregados por Argentina, aunque aún no ha comunicado los plazos. Algunos expertos opinan que Repsol intentará colocarlos cuanto antes, ya que hay quien opinaque la compañía podría intentar, incluso, realizar una adquisición.

Nadie piensa que la empresa vaya a obtener mucho más de esos 5.000 millones por los bonos, ya que cuando se cerró el acuerdo con la República Argentina, las dos partes acordaron que si se obtenía más de esa cantidad “(descontados gastos e intereses), el exceso se devolvería a la República Argentina”.

Pero al parecer Repsol tiene prisa por marcharse de Argentina. Esta misma semana ha vendido el 12% que le quedaba en la petrolera argentina por 1.255 millones de dólares a Morgan Stanley. Una venta que también le ha generado cuantiosas plusvalías.

Es decir, que la resolución de este conflicto le ha reportado a Repsol unos 4.000 millones de dólares en tan sólo dos días.

Antes de la venta, los analistas ya alababan esta operación. Concretamente, Societe Generale subía su recomendación sobre las acciones a “comprar” en base a que la compañía “ha logrado desenmarañarse con éxito de lo que fue una adquisición desastrosa hace 14 años y ha recibido una buena compensación.” 

Por otro lado, Sabadell cuantificaba el impacto positivo sobre la acción que tendría la monetización de los bonos recibidos como compensación por YPF (hasta 2.26 euros/acción).


(Ver: Argentina y Repsol cierran un acuerdo sobre YPF)