Pero no es ése el único factor que ha pesado en la evolución de la compañía en bolsa. La última década no ha sido fácil para un sector acosado por la irrupción en tromba del fenómeno de las aerolíneas de bajo coste. Hoy en día la valoración en bolsa de la irlandesa Ryanair es casi idéntica a la de las tres grandes compañías de bandera que quedan en Europa, IAG,Lufthansa y Air France-KLM.


Ni el fuerte proceso de consolidación que se produjo en los últimos años ha conseguido que las compañías encarrilen su futuro. Desde algunas firmas de inversión anglosajonas se explica que uno de los motivos que está detrás de la diferencia de comportamiento entre las compañías americanas y las europeas del sector es la fortaleza y el control que hacen de las empresas los sindicatos de estas entidades.


Un artículo reciente apuntaba que solo IAG había conseguido recortar sus costes al nivel de las americanas tras ganar el pulso a los sindicatos después de una huelga de 22 días en 2010. Por si fuera poco, en los últimos años ha entrado de lleno en el negocio de las low cost tras la compra de Vueling y Airlingus.
 
IAG nació de la fusión de Iberia y British Airways en noviembre de 2009 tras un complicado y tedioso periodo de 16 meses de negociaciones.  La unión se completó, de facto en enero de 2011, hace ahora seis años.
 
¿Cómo ha sido el comportamiento de IAG con respecto a una de sus principales rivales, la alemana Lufthansa en este tiempo?

 
Cuando se miran los gráficos en perspectiva vemos que la unión ha dado resultados. Desde el 13 de noviembre de 2009 hasta ahora, la aerolínea británico-española ha subido un 115% (un 126%) con dividendos. La cifra es mucho mayor que la de la alemana, que sube un 14% (un 29% con retribuciones) en este tiempo.



Desde enero de 2011, cuando se completa la unión, la diferencia también es evidente.  En ese momento, la compañía en la que se incluye Iberia sube un 70% frente a la caída de las acciones de su rival. Coincide este periodo con los años en los que el petróleo llegó a máximos, en 2012. El combustible es uno de los principales gastos de cualquier compañía aérea.


 
Sin embargo, la situación en el último año ha cambiado radicalmente. Aunque las dos compañías han caído en bolsa –por el empeoramiento del brote terrorista en Europa y el aumento de los precio del petróleo desde la segunda mitad de año-, lo cierto es que a IAG le ha ido mucho peor, al dejarse un 27% en este tiempo, frente al 15% de su rival.



Habrá que ver qué ocurre este año en un escenario de encarecimiento del combustible. El consenso ve mucho más potencial a la compañía con sede en Londres y Madrid. Los analistas le dan una recomendación media de sobreponderar –la única gran empresa del sector en Europa con esta apuesta, frente al infraponderar del resto-, y una capacidad de mejorar casi un 20% su valor en bolsa.
 
A Lufthansa, como a su rival francesa, le dan una recomendación de infraponderar y sitúan su precio objetivo por debajo de su cotización actual. Para alcanzarlo sus acciones tendrían que caer casi un 15% desde los niveles actuales.


 
Indicadores
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión le dan a Lufthansa 7,5 puntos, lo que implica situarla en fase alcista.



La compañía formada por la unión de Iberia y British Airways tiene una perspectiva algo más negativa. Con 4,5 puntos en una escala que va hasta el 10, la compañía está en fase de rebote. Su posición, no obstante, ha mejorado sustancialmente desde octubre de este año, tal y como se puede ver en el gráfico.