Pujol Ferrusola habría invertido tres millones de euros en esta operación, a través de una sociedad dedicada a ofrecer servicios de traducción y que, según explica El Mundo, se nutre con fondos procedentes de Luxemburgo.
Detalla este rotativo que el expediente para tramitar esta instalación lo inició la Generalitat en 2002, cuando Jordi Pujol todavía era presidente, y se aprobó definitivamente en 2004. Fue este año cuando el hijo del ex presidente de la Generalitat se asoció con el grupo de tratamiento de residuos catalán Servitransfer para llevar a cabo la construcción de las instalaciones del vertedero del municipio de Tivissa, en la Ribera d’Ebre.
Según fuentes consultadas por El Mundo, la inversión de Pujol Ferrusola fue de 3 millones de euros, adquiriendo una tercera parte de la sociedad. Después, obtuvo un beneficio de dos millones de euros cuando la vendió a los otros socios, aproximadamente un año y medio después.
N.J.