Prosegur ha cerrado los nueve primeros meses del año con un incremento del beneficio neto del 47%. ¿Cuáles han sido los principales motores de crecimiento?
Ha sido un desempeño muy positivo. Podríamos diferenciar entre los factores operativos, de EBITDA hacia arriba y los de índole financiera o impositiva, de EBITDA hacia abajo.
En cuanto a lo operativo, el principal motor, como viene ocurriendo en los últimos trimestres, ha sido el negocio de Seguridad, que continúa consolidando su crecimiento orgánico y mejorando márgenes gracias a las eficiencias y otras iniciativas en curso. Cabe destacar que, en el trimestre cerrado, el margen EBITDA del negocio de Seguridad alcanzó el 4%, y en el acumulado de los nueve primeros meses se sitúa en el 3,3%, lo que confirma ese crecimiento sostenido.
Por su parte, el negocio de Alarmas mantiene todos sus indicadores operativos en la dirección correcta. A nivel de “churn” se ha reducido ligeramente, el ARPU ha aumentado, al igual que el margen de servicio, mientras que el margen de captación ha disminuido. En conjunto, todos estos elementos contribuyen a impulsar el resultado operativo.
Desde el punto de vista financiero, es relevante mencionar algunos aspectos contables. La contabilidad por hiperinflación en Argentina ha tenido un impacto menor debido a la significativa reducción de la inflación. El resultado por exposición a la inflación, que antes era importante, se ha reducido considerablemente. Lo mismo ocurre con las operaciones de “contado con liquidación”, es decir, las transacciones en divisa que se realizan, por ejemplo, al transferir dividendos. Estos resultados financieros, que en ejercicios anteriores habían tenido un peso relevante, hoy son prácticamente nulos, en buena medida gracias al mayor orden macroeconómico que está logrando Argentina de manera excepcional.
A nivel impositivo, también se observan mejoras. Hemos reducido la tasa fiscal en 240 puntos básicos gracias a una serie de eficiencias logradas en esta área. Además, prácticamente todas las sociedades del grupo presentan resultados positivos, lo que nos ha permitido absorber quebrantos impositivos y reducir la carga fiscal. A ello se suma que las partidas de gastos no deducibles, vinculadas al ajuste por inflación y al contado con liquidación, se han reducido significativamente, lo que también ha mejorado la eficiencia fiscal.
En resumen, tanto los factores operativos como los financieros e impositivos explican el sólido resultado obtenido en estos nueve primeros meses del año.
El impacto de la divisa ha sido negativo en ciertos países. ¿Qué escenarios maneja Prosegur para mitigar riesgos asociados a la volatilidad de moneda tanto en Latam como en otras geografías?
En este trimestre en particular, los resultados se han visto afectados en algunas geografías, concretamente en Estados Unidos, por la evolución del dólar, y en Argentina, por la del peso argentino.
Es importante destacar que en Prosegur no utilizamos derivados financieros para cubrir el riesgo de tipo de cambio. Nuestra estrategia se basa, principalmente, en la diversificación geográfica, que es una de nuestras fortalezas. Resulta llamativo el caso de la división de Seguridad, que a lo largo de los años ha ido incrementando el peso relativo de los países con monedas fuertes frente a los de monedas más débiles. Actualmente, entre un 60% y un 70% de las ventas provienen de geografías con divisas sólidas.
Además, procuramos asignar los gastos de forma eficiente, buscando siempre una correlación entre ingresos y costes en moneda débil. De este modo, el impacto sobre los márgenes y los resultados se minimiza, generando una especie de cobertura natural. Es importante resaltar que Prosegur no recurre a instrumentos financieros derivados para cubrir riesgo de divisa.
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El negocio de Seguridad ha liderado el crecimiento con una mejora del 5,6% en ventas. ¿Qué papel están jugando cada uno de los mercados en esta evolución? ¿Cómo han evolucionado el resto de líneas de negocio?
Sí, ese crecimiento del 5,6% corresponde al incremento de las ventas, y es especialmente destacable si se tiene en cuenta el impacto negativo de la divisa. En el negocio de Seguridad, la moneda que más influye no es tanto el peso argentino, sino el dólar estadounidense, lo cual es una buena noticia. Parte de la mejora sostenida y del incremento de márgenes que estamos viendo en esta división se debe precisamente a la fuerte apuesta que hemos hecho por Estados Unidos. Es un mercado con enormes oportunidades, donde nos estamos consolidando cada vez más como un jugador relevante.
Allí estamos creciendo de forma significativa, ampliando nuestra presencia con nuevas oficinas para cubrir una mayor densidad geográfica, un aspecto clave en el negocio de Seguridad. Además, la buena acogida que están teniendo nuestros productos tecnológicos nos otorga una ventaja competitiva frente a otros competidores. Por tanto, Estados Unidos es, sin duda, el principal motor de crecimiento de la división, con los márgenes más elevados del grupo y unas expectativas muy positivas de continuidad.
Otra región destacable es Iberia, especialmente España, donde, a pesar de contar con una elevada cuota de mercado, seguimos incrementando tanto las ventas como los márgenes de forma orgánica. Este desempeño contribuye de manera relevante al conjunto del negocio.
En cuanto a la división de Alarmas, todos los KPIs operativos continúan evolucionando en la dirección correcta. En última instancia, este progreso se refleja en una métrica clave para nosotros: la caja recurrente, que mide la capacidad de generación de caja del negocio. Esta variable, que incluye la caja operativa, la caja de servicio y la inversión necesaria para reponer clientes, ha crecido un 21% interanual, hasta alcanzar los 81 millones de euros. Esto demuestra la fortaleza del negocio y su capacidad de generar caja mientras seguimos apostando por el crecimiento en geografías con retornos atractivos y sostenibles.
Por último, el negocio de Cash es el más maduro del grupo, con un comportamiento estable y mantenimiento de márgenes. Durante el periodo, se ha visto afectado por la ejecución de un programa de eficiencia operativa, principalmente en Latinoamérica, impulsado por la buena penetración del producto Cash Today, una solución de transformación eficiente y rentable. Este programa ha permitido optimizar rutas y generar eficiencias que se reflejarán en una mejora de márgenes en el futuro.
Si se excluye el efecto de este plan, los márgenes se mantienen estables o incluso en crecimiento. A nivel geográfico, distinguimos mercados maduros como Europa, donde seguimos creciendo de forma orgánica; Latinoamérica, con un gran crecimiento; y Asia-Pacífico, donde los crecimientos son de doble dígito. Esta diversificación respalda la sostenibilidad a largo plazo del conjunto de actividades del grupo.
En resumen, todas las líneas de negocio están evolucionando conforme al plan estratégico.
¿En qué regiones o líneas de negocio se espera un mayor crecimiento para el último trimestre del año? ¿Qué mercados muestran mayor potencial y cuáles presentan mayores riesgos regulatorios o macroeconómicos?
En el corto plazo, para el cierre de este ejercicio, esperamos que las tendencias observadas hasta ahora se mantengan. En el negocio de Seguridad, impulsado principalmente por Estados Unidos, prevemos que el crecimiento continúe a doble dígito en comparación con el año anterior.
El negocio de Alarmas también tiene mucho potencial y presenta grandes oportunidades. En Latinoamérica, donde concentramos gran parte de esta actividad, la penetración de alarmas es todavía baja, lo que abre un amplio margen de crecimiento. Además, Prosegur es líder en prácticamente todos los países en los que opera en la región, lo que nos otorga una sólida posición para expandirnos con rapidez y rentabilidad. Por ello, consideramos que las alarmas serán otro gran motor de crecimiento en el medio plazo.
En cuanto al negocio de Cash, también en una perspectiva de medio plazo, la región de Asia-Pacífico se perfila como el principal impulsor dentro de la actividad tradicional de logística y transporte de valores. Además, los denominados productos de transformación, que reflejan nuestra estrategia de diversificación y de fortalecimiento estructural del negocio de Cash, ya representan más del 36% de las ventas del segmento. Este avance confirma el éxito de nuestra estrategia, aunque aún queda margen para seguir creciendo.
En resumen, esperamos cerrar el año con un crecimiento sostenido, liderado por Seguridad en Estados Unidos, por Alarmas en Latinoamérica y por el impulso de Asia-Pacífico y los productos de transformación en Cash.
¿Qué previsiones manejan para el cierre del ejercicio 2025 en términos de crecimiento orgánico y rentabilidad?
Los resultados dependerán, en parte, de la evolución del tipo de cambio, aunque en este frente somos algo más optimistas. La reciente elección en Argentina ha aportado una mayor estabilidad a los mercados, especialmente en el ámbito cambiario, lo que nos permite prever un escenario más favorable.
A nivel de ventas, estimamos alcanzar los 5.000 millones de euros. En cuanto a la rentabilidad, esperamos cerrar el ejercicio con una mejora significativa respecto al año anterior, superando el 7% de margen EBITDA. Estos resultados reflejan la solidez del negocio dentro del año.
En materia de deuda, seguimos avanzando en el proceso de desapalancamiento. De hecho, ya en el tercer trimestre hemos iniciado un ciclo de reducción respecto al segundo trimestre. Este proceso se está llevando a cabo de manera orgánica y sostenible, impulsado por la generación de caja de los negocios.
Esperamos finalizar el ejercicio con un ratio deuda neta/EBITDA en torno a 2,2 veces y con una disminución de la deuda absoluta, fruto de la mejora en la rentabilidad y la creciente generación de efectivo de las distintas divisiones.