"Aunque pocos en España están preocupados con el referéndum sobre la independencia de Escocia el 18 de septiembre, el efecto dominó sobre el debate catalán puede ser importante, sobre todo si el voto escocés sí", afima el experto de origen francés.
A diferencia del Reino Unido, donde el Gobierno de David Cameron ha dado su bendición para el referéndum, el Ejecutivo de Mariano Rajoy mantiene una postura en contra y se ha comprometido, incluso, a detener la consulta soberanista.
Sin embargo, un voto "sí" en Escocia podría aumentar el clima de tensión en Cataluña y en el conjunto de España, en un momento en el que la economía española está finalmente despegando después de años de "capa caída".
Cataluña es aún más importante para España que Escocia para Reino Unido, pues representa casi una quinta parte del PIB y una cuarta parte de las exportaciones. Justo ayer el Banco de España elevaba sus previsiones de crecimiento y anunciaba que la economía española creció a su ritmo más rápido en seis años en el segundo trimestre. Una información que contrasta con las sombrías perspectivas para la Zona Euro en su conjunto y también un impulso muy necesario para un país con una tasa de desempleo en el 24,47%.
Cabau señala que el halo de optimismo que rodea a la economía española está respaldado por un sentimiento positivo, con una mejora de la confianza empresarial y del consumidor, tras seis años de crisis financiera. No obstante, el analista de Barclays advierte que existe todavía una falta de solidez en los fundamentales de la economía, con un importante déficit fiscal y unos objetivos exigentes comprometidos con Europa. Una grieta que podría quebrar la confianza en España si el conflicto en Cataluña se enquista: "Podría crear un sentimiento negativo y hacer las cosas más difíciles no solo para España, sino para toda Europa".