Las acciones del sector bancario lideraron el movimiento a la baja de la sesión de ayer después de que un informe descubriera que varios bancos globales movieron fondos supuestamente ilícitos.

Las acciones de Deutsche Bank cayeron un 9,1%, mientras que las de JPMorgan Chase se dejaron un 4,5%.

El hecho de que las tensiones entre Estados Unidos y China sigan aumentando, y el retraso en la aprobación del paquete de estímulo fiscal en los EEUU ha acentuado las presiones bajistas.

La perforación del soporte de la zona 3.300 del S&P 500 hizo saltar los “stops” de protección.

Tal y como podemos ver en el gráfico diario del S&P 500, la zona comprendida entre 3.200-3.120 es un soporte significativo.

Por las cercanías del 3.120 pasa la media de 200 sesiones, por lo que otorga una mayor fortaleza a la zona de los 3.120.

Mientras el S&P 500 se mantenga por encima de este soporte, 3.120, consideraremos que la tendencia dominante sigue siendo alcista. Si bien es probable que a corto plazo el índice se dirija a la zona de los 3.200-3.120.

Resulta muy probable que la oleada de ventas proceda de fondos de pensiones estadounidenses que estén reequilibrando su patrimonio de cara al final del trimestre y del mes, lo que unido a que los indicadores de momento ya presentan un nivel de "sobreventa" muy elevado, debemos considerar que es probable que el suelo esté cercano.

Según el "Fear and Greed Index" elaborado por la CNN, que recogemos a continuación, los inversores estadounidenses NO tienen miedo a las caídas que están experimentando las bolsas. Por lo tanto, según la Teoría de la Opinión Contraria, lo más probable es que el S&P 500 todavía caiga algo más, aunque el NASDAQ 100 consiguiera cerrar la sesión en verde tras una apertura claramente bajista.

Desde un punto de vista estacional, debemos tener en cuenta que en el año en el que se celebran elecciones en los EEUU, el S&P 500 suele subir desde mayo a septiembre, y desde mediados de septiembre hasta octubre suele experimentar una fase correctiva. Por lo tanto, debemos concluir que el comportamiento del S&P 500 en lo que llevamos de año se ajusta a la pauta estacional.