José Luis Cava se plantea si Bitcoin ya ha cumplido la función para la que fue creado o a lo que hemos asistido realmente ha sido a una purga masiva de posiciones largas apalancadas y a la consiguiente acumulación masiva de Bitcoin por parte de las instituciones. 

Para medir el miedo, recurre al índice de codicia y miedo, que muestra “una lectura de extremo miedo de 10. Más miedo no puede haber”. Destaca que esta lectura es similar a la de “marzo o comienzos del mes de abril”, antes de empezar a subir.

Explica que Bitcoin suele tener una correlación alta con Nasdaq y oro, pero que desde “el 1 de octubre esa correlación se ha roto”. Señala que la razón es que “la cotización de Bitcoin tiene una correlación más alta con la marcha de la liquidez”. Añade que la liquidez “se ha contraído”, mostrando que el saldo del Tesoro en el Fed pasó de “0,3 billones” el 16 de julio a “0,953 billones”. Por eso mismo, indica que la liquidez que se ha detraído del sistema “es la razón que está detrás de la caída de Bitcoin”.

Afirma que las “manos fuertes hicieron la barrida por encima de 124” para quitar a compradores y recomprar después, indicando que es normal que “barren a las manos débiles, desinformadas”.

El experto comenta un artículo del Financial Times sobre la reunión del presidente de la Reserva Federal de Nueva York con los dealers. “Williams les dijo que no estáis utilizando una facilidad de financiación que yo os concedo”, en referencia al standing repo facility. Explica que si los bancos recurren a esta facilidad, “ese dinero entra en el sistema y aumenta la liquidez”, algo que considera positivo. 

Defiende que la caída de Bitcoin “es una purga masiva de posiciones largas” y que “Bitcoin sigue estando bien, sigue en tendencia alcista”. Cree que “muy probablemente estaremos muy cerca del suelo de Bitcoin”, dadas las condiciones de sentimiento bajista.

Al analizar el gráfico, recuerda que Bitcoin superó los 124.000, marcó el máximo el 6 de octubre y luego cayó desde los 126.000 hasta los mínimos del 17 de octubre. Esa caída fue de 23.000. Proyectada desde los máximos del 27 de octubre, da un objetivo en la zona “93.000”, que coincide con el “0,618 del retroceso”. Señala que la narrativa dominante es “extremo miedo”, y considera que esa zona “debería producirse un rebote”, tras el cual extraerán conclusiones.