Según apunta El Economista detrás de este movimiento se esconde la intención de "no hacer ruido" en un proceso donde el Estado, como dueño de Bankia, se juega indemnizaciones millonarias y salir salpicado por la causa al haber empujado la operación. Además, a esto se le añade que como inversores cualificados se les presupone conocedores del riesgo que asumían.Las grandes empresas no quieren hacer demasiado ruidoLea también: ¿Anunciará Bankia que vuelve a pagar dividendos el próximo 2 de febrero?3.000 MILLONES EN JUEGOEn el caso de que la Audiencia Nacional considerase que Bankia falseó sus cuentas en su salida a bolsa, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri tendría que devolver un máximo de 3.000 millones de euros captados con su salto al parqué en julio de 2011.La entidad tendría que devolver un máximo de 3.000 millones captadosHasta 1.247 millones fueron puestos por inversores institucionales, de forma que sus renuncias a reclamar el dinero perdido aliviaría parte o gran parte de la onerosa factura potencial.Lee además:Todo lo que siempre quiso saber sobre los bancos españolesCaso Bankia: los peritos del Banco de España acuden a la Audiencia Nacional