La incertidumbre vuelve a los mercados y en especial al sector financiero italiano (y europeo). El próximo domingo se celebra el referéndum en Italia sobre la reforma constitucional que, de salir negativo, podría suponer la dimisión del actual ministro italiano, Mateo Renzi, y la celebración de nuevas elecciones. Unos nuevos comicios que podrían suponer un espaldarazo positivo para el Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo, antisistema y euroescéptico.

Precisamente es el miedo al creciente populismo en Europa el que está contagiando al sector financiero en la presente jornada porque de vencer el “no” en la consulta italiana, el rescate a los bancos del país quedaría en entredicho y se abriría la puerta a otras alternativas que podrían hacer que la industria bancaria acusase importante turbulencias.

Por eso, los principales bancos italianos se están derrumbando en el día de hoy. Monte dei Paschi está perdiendo más del 12%, pese a que durante la pasada semana se aprobase en su junta de accionistas una ampliación de capital de unos 5.000 millones de euros. También, Unicredit cede más del 4%, Banco Popolare desciende más de un 3%, y Banco Milano cae en torno al mismo porcentaje.



En este sentido, tal y como apunta
José Luis Cárpatos, analista independiente, la incertidumbre que existe está haciendo que “las resistencias que tenemos en el súper sector bancario estén ganando potencia, lo que no nos deja estar mucho tiempo por encima de los 160 puntos”.

En el gráfico semanal se observa que el rebote desde los mínimos de este año ha conseguido superar algunas figuras bajistas y “se ha parado esa doble resistencia que tenemos en el 38,2% del retroceso de la bajada desde los máximos de 2015” que se sitúa por debajo de la directriz alcista que viene “desde la recuperación de 2009”.



Asimismo, esta cotización en negativo de los bancos italianos repercute en las entidades bancarias españolas. Santander se encuentra cotizando en negativo con unas pérdidas de más del 1%, al igual que BBVA, que retrocede sobre el 1%. El que peor lo está pasando es Banco Popular, que resta más de cinco puntos porcentuales, mientras que el resto de la banca mediana desciende alrededor del 1%.