Iberdrola registró un beneficio neto de 2.805 millones de euros en 2011, lo que supone un descenso del 2,3% respecto a las cifras de 2010.


La compañía defendió que ha logrado este beneficio a pesar de los saneamientos llevados a cabo por el grupo por valor de 402 millones de euros, del complejo entorno económico actual y de los menores atípicos registrados en el periodo, que descendieron en 133 millones, tras la venta en 2010 de los activos de Guatemala y Connecticut.


El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 7.650,5 millones de euros, el mayor logrado en la historia de la compañía y un 1,6% más que el año anterior. 

Iberdrola ha llevado a cabo inversiones por valor de 8.190 millones de euros, de los cuales 4.002 millones corresponden a inversiones orgánicas, con un 44% destinado al negocio regulado, un 39% a renovables, un 12% al negocio liberalizado y un 5% a otras áreas.

La compañía presidida por Sánchez Galán mantiene el
dividendo y las perspectivas de crecimiento en torno al 5% del Ebitda para el periodo 2010-2012.