Goldman, como otras firmas, consideraba que la fuerte caída del precio de los combustibles serviría de acicate para animar al gasto de los hogares pero, por el momento, no ha ocurrido.
Hoy David Mericle y Karen Rechgott, de Goldman, afirmaban que “la extraña falta de impacto se podría explicar en parte al escepticismo inicial de los consumidores en que los bajos precios de la gasolina se mantendrían”, aseguran estos analistas. De hecho, estos expertos muestran una encuesta de la Universidad de Michigan en la que se aprecia como los consumidores consideran que los precios de los combustibles aumentarán los próximos años.
Sin embargo, en la entidad creen que las próximas encuestas de la Universidad podrían ser más optimistas. “En los últimos dos meses parece que los consumidores comienzan a creer que los bajos precios de los combustibles están aquí para quedarse”, dicen.
Consideran que los gastos que no han hecho en el inicio del año podrían producirse después. “Creemos que la caída de los precios de la gasolina podrían haber aumentado el consumo del consumo entre 0,5 y 1 punto porcentual. Con todo, creen que en el PIB sólo se ha reflejado una parte y que en los próximos trimestres podrían producirse sorpresas positivas en ese sentido.
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