Fitch Ratings ha ratificado la calificación crediticia de Aena en ‘A’ con perspectiva estable, al constatar la fortaleza de su tráfico aéreo y la solidez de su generación de caja en un entorno de control del gasto y baja inversión. La agencia, sin embargo, advierte de los desafíos que afrontará el gestor aeroportuario a partir de 2027, con la entrada en un nuevo marco regulatorio que exigirá un importante plan inversor y podría reducir la visibilidad de su perfil financiero a medio plazo.

La decisión, comunicada por Aena a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), mantiene tanto la calificación a largo plazo (Long Term Issuer Default Rating) como la del programa EMTN en ‘A’, mientras que la nota a corto plazo se mantiene en ‘F1’.

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Según Fitch, la revisión refleja el impacto positivo de la sólida evolución del tráfico aéreo en la red de aeropuertos de Aena durante 2024 y la primera mitad de 2025. Este dinamismo se debe, principalmente, al componente de ocio, que ha compensado la menor contribución de otros segmentos, permitiendo una recuperación sostenida del conjunto del negocio aeroportuario español.

El informe subraya además la fortaleza del flujo de caja operativo de la compañía, apoyado en un contexto de bajo nivel de inversiones nacionales y en una gestión disciplinada de los costes. Estas condiciones han permitido a Aena mantener una posición financiera resiliente, incluso en un entorno de normalización de la demanda aérea tras la pandemia.

No obstante, Fitch advierte de incertidumbres a medio plazo. A partir de 2027, la compañía iniciará un nuevo periodo regulatorio que incluirá una “ola desafiante” de inversiones destinadas a ampliar la capacidad de aeropuertos con limitaciones actuales, en un momento en que podrían enfriarse las tendencias del tráfico aéreo y aumentar la competencia por la consolidación del sector.

Aunque el escenario base de la agencia (“Fitch Rating Case”) proyecta indicadores crediticios más sólidos en el corto plazo, el nuevo marco regulatorio resta visibilidad a la evolución financiera futura, dado el volumen de inversiones previstas y su financiación mediante deuda.