La empresa no se enfrenta a esta cita con sus inversores en un buen momento. Las dudas sobre la fortaleza de la demanda en China siguen siendo la principal incertidumbre sobre su negocio. Así, en lo que va de año, las acciones de Alcoa se dejan un 18%, un porcentaje que aumenta al 50% en los doce últimos meses.


La situación no ha sido fácil para la empresa en los últimos años, la falta de demanda ha provocado una fuerte caída de los precios del aluminio y eso ha hecho inexcusablemente ha hecho mella en las cuentas de Alcoa y es lo que podríamos ver esta misma noche.


Los datos que ofrece la London Metal Exchange Aluminium (LME) muestra que los precios se redujeron hasta los 1.500 dólares la tonelada en los últimos tres meses del año desde la cota de 2000 un año antes.
En concreto, los analistas esperan que el beneficio por acción sin tener en cuenta los extraordinarios caiga hasta 0,56 centavos por título en el conjunto del año, lo que supone una reducción de casi un 35% con respecto a 2014. Teniendo en cuenta los extraordinarios, el beneficio sería de 0,39 dólares.



El desplome sería mucho más acusado en el cuarto trimestre, ya que la ganancia por acción quedaría en 0,02 dólares, frente a 0,33 del mismo periodo del año anterior.

Hay que tener en cuenta que en este último año la empresa ha hecho un gran esfuerzo por seguir reduciendo capacidad mediante el cierre de algunas plantas en un intento por acomodarse al mercado. En concreto, la productividad está en 3,4 millones de toneladas al año desde algo más de 4 toneladas a finales de 2013.

En una estrategia que dura ya varios años, Alcoa está centrado en reducir la fabricación de productos de bajo valor añadido para impulsar la comercialización de otros dirigidos fundamentalmente a la industria aeronáutica y del motor. Habrá que ver cuál ha sido la evolución de los últimos meses.  Los expertos creen que podría haber subido en el último trimestre del año gracias a las adquisiciones realizadas. Precisamente hoy hoy ha anunciado que tiene un contrato de suministro de largo plazo por valor de 1.500 millones de dólares con General Electric, en concreto o con su unidad de aviación.