José Luis Cava analiza el reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, al que califica de “vergonzoso” y una “derrota en toda línea”. Se declara avergonzado como europeo, y sostiene que el pacto arancelario ha sido claramente desfavorable para la UE. Entre las medidas pactadas, Estados Unidos impone un 15% de arancel a la mayoría de productos europeos (salvo farmacéuticos) y un 50% a las importaciones de acero y aluminio.

Además, el acuerdo obliga a Europa a invertir 600.000 millones en EEUU, sin aclarar si será a través de un fondo soberano o en inversiones empresariales: “¿Quién va a decidir sobre esos 600.000 millones y quién va a obtener la rentabilidad de esas inversiones? ¿Estados Unidos o Europa?”. También se incluye un compromiso de compra de gas natural estadounidense por valor de 750.000 millones.

Considera que todo el acuerdo parte de “un razonamiento injusto”, ya que el supuesto superávit comercial europeo se basa en datos distorsionados por las farmacéuticas con base imponible en Irlanda. De hecho, si se excluye a Irlanda, “las relaciones comerciales no están tan desequilibradas”. A ello añade que EEUU goza de un “enorme superávit comercial en servicios” que la UE ni siquiera ha intentado gravar. Por tanto, concluye: “Lo que verdaderamente me indigna es que es injusto”.

Pese a este contexto, el S&P 500 ha reaccionado con alzas gracias a la “gran liquidez en el mercado”. Considera probable que esta tendencia continúe, aunque podría haber alguna corrección puntual.

Sobre las valoraciones bursátiles, reconoce que algunos analistas consideran que la bolsa está “muy sobrevalorada” basándose en el “indicador Buffet clásico”, que mide la capitalización bursátil respecto al PIB. Ese cociente es del 220%, superior incluso a la época de la burbuja puntocom. Sin embargo, él propone un “indicador Buffet ajustado por la oferta monetaria”, que reduce el ratio a 155%, lo que indica que el mercado está caro, “pero no está en burbuja”.

Finalmente, defiende incluir la liquidez global (Fed, BCE y Banco Central de China), ya que “todo el mundo invierte en los Estados Unidos y todo el mundo invierte en Bitcoin”, y concluye que “el mercado americano y Bitcoin están ridículamente baratos”.