Son horas bajas para el oro negro que sigue marcando una tendencia bajista a medida que avanza el tiempo y que sigue sin despegar desde la caída fuerte que comenzó a desarrollar desde el mes de julio del 2014. Desde ese punto la dinámica ha sido la misma y aunque ha habido indicios de rebote, finalmente ha continuado el sangrado con el aumento masivo de la oferta.

Este retroceso se ha agudizado aún más después de que en la reunión de la OPEP no se lograra un acuerdo para recortar la producción ante este clima en el que la oferta sigue superando a la demanda, aunque esta última se ha visto incrementada en los últimos tiempos. El escenario no plantea un cambio de evolución, sino más bien lo contrario, mientras los países productores sigan sin acordar un recorte de la producción que consiga estabilizar los precios.

Mientras tanto, el Brent se encuentra ya en torno a los 37 dólares, mientras que el WTI ya está sobre los 36 dólares. Eso supone niveles mínimos de hace once años si observamos el gráfico histórico.

Pero yendo más allá y si se le da una visión técnica a su evolución en los mercados, observaríamos que el Brent tiene una pequeña parada sobre los 32 dólares, aunque el siguiente gran soporte estaría algo por encima de los 22 dólares, justo en la zona en la que veía Goldman Sachs como el principal suelo para el crudo
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En la evolución del mercado de las commodities está pesando también la situación de los emergentes, además de la expectativa de los inversores ante la decisión de la Reserva Federal que se reúne esta semana para tomar una decisión definitiva sobre la primera subida de tipos de interés en Estados Unidos desde el año 2006.

Hoy ni siquiera el avance del euro con respecto al dólar hasta sobrepasar los 1,10 ha servido de excusa para ver un parón en el petróleo, sino más bien lo contrario. Si hasta ahora en los últimos meses había pesado el fortalecimiento de la divisa norteamericana, ahora ni con esas. Mientras permanezca el escenario actual parece difícil que cambie el panorama.