“Desde que se inició el proceso gradual de normalización de la política en diciembre de 2021, el Consejo de Gobierno se ha comprometido a actuar contra el resurgimiento de los riesgos de fragmentación”, asegura la institución que preside Christine Lagarde. “La pandemia ha dejado vulnerabilidades duraderas en la economía de la zona del euro que, de hecho, están contribuyendo a la transmisión desigual de la normalización de nuestra política monetaria entre las distintas jurisdicciones”.

Sobre la base de esta valoración, el BCE ha decidido que aplicará “flexibilidad en la reinversión de los reembolsos que venzan en la cartera del PEPP, con el fin de preservar el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria, condición previa para que el BCE pueda cumplir su mandato de estabilidad de precios”.

Además, la institución ha dado un mandato a los comités pertinentes del Eurosistema, junto con los servicios del BCE, “para que aceleren la finalización del diseño de un nuevo instrumento antifragmentación que se someterá a la consideración del Consejo de Gobierno”.

Reacción de los mercados

La reunión de emergencia del Consejo de Gobierno del BCE ha comenzado a las 11 de la mañana (hora peninsular), después de que en las últimas sesiones las rentabilidades de los bonos se hubiesen disparado hasta máximos de 2014. Tras este anuncio, la rentabilidad del bono italiano -que se mueve de manera inversa al precio- bajaba un 4,28% hasta situarse en un 4,039%, mientras que el bono español a diez años pasaba a pagar un2,921% (-5,7%) después de que ayer superase el umbral del 3%.

El bund alemán de referencia en la eurozona ofrece una rentabilidad del 1,64%, también significativamente por debajo de las cifras de ayer.

En las bolsas, las ganancias se extendían en línea con las que se registraban antes del anuncio, con el IBEX 35 subiendo un 149% hasta los 8.186 puntos. El selectivo madrileño se había dejado más de un 8,5% en las últimas cuatro sesiones.

Si bien los bonos soberanos han estado inestables durante algún tiempo, hasta ahora el BCE solo había asignado reinversiones de su programa PEPP para estabilizar lo que considerase una turbulencia injustificada del mercado. Hubo cierta decepción de los inversores cuando los funcionarios no revelaron una nueva herramienta en su reunión de política la semana pasada.

Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno y al cargo de las operaciones de mercado del BCE, ya avisó ayer antes de que se conociese la reunión urgente que cualquier respuesta al pánico en el mercado de bonos llegaría cuando fuera necesario y dependiendo de la situación específica. El BCE no tolerará “cambios en las condiciones financieras que vayan más allá de los factores fundamentales y que amenacen la transmisión de la política monetaria”, si bien el compromiso de evitar la fragmentación “no tiene límites”, dijo.

Esos comentarios establecieron paralelismos con la famosa promesa de 2012 del expresidente del BCE y hoy primer ministro italiano, Mario Draghi, de hacer “lo que sea necesario” para salvar el euro.