Para ayudar a los padres, Kurlander propone diez pasos:
1- El dinero es como el sexo. En su opinión los niños y los jóvenes saben más sobre este tema de lo que los adultos creemos que saben. El experto afirma que “nuestros hijos no son idiotas, y muchos de ellos se hacen una idea. Y si no se la hacen, lo habrán oído de sus amigos que sí se lo han figurado o se lo han oído a sus padres”,
Tener en cuenta esto nos puede servir para ayudar a los niños “a crear un contexto en el que pueden situar su conocimiento”, explica el experto.
3- Hablar todo lo que sea necesario. Para el experto de Morgan Stanley, debemos evitar que el dinero se convierta en un tabú, por lo que habrá que hablar cada vez que sea necesario. No se refiere tanto a cuantificar el patrimonio que se posee, como tratar sobre lo que significa y qué responsabilidades conlleva.
4- Hablar con ellos, no sermonearlos. Como en otras esferas de la vida es importante que el niño pregunte y se sienta atraído por la conversación.
5- Hacerlos pensar. Para ello, Kurlander afirma que “más que darles simplemente a nuestros niños respuestas a preguntas, usualmente es más efectivo plantearles preguntas que les obliguen a generar sus propias respuestas”, indica Kurlander.
6- Esforzarse en que el mensaje sea muy claro y evitar que podamos decir algo que no queremos decir en un descuido.
7- Dar una paga a los niños. El experto asegura que en un momento dado hay que dejar la charla a un lado y pasar al dinero en sí. Los niños tendrán que tomar decisiones de gasto –inversión- con la cantidad asignada. Habrá que asegurarse de que la paga es la adecuada.
8- Invertir en ellos. En su opinión es muy importante encontrar el punto de equilibrio entre mimarlos demasiado y bañar a los niños en dinero y colmar todos sus caprichos y forzarlos a vivir en una situación de asfixia monetaria para que aprendan a valorarlo. En el equilibrio está la virtud.
9- Practicar con el ejemplo. Los psicólogos de la educación le dirían que la coherencia es imprescindible en cualquier ámbito vital, también en el monetario.
10- La cuestión no se habrá acabado hasta que haya acabado. Es decir, hable con ellos cada vez que sea necesario, probablemente –dice Kurlander-, tendrá que hacerlo durante toda la vida. Como afirmaba el experto, “se es padre para siempre”.