Las aerolíneas tuvieron un recorrido espectacular en los mercados durante todo el pasado año debido a los bajos precio del petróleo, que abarataron los costes de las compañías dentro del sector, y también al repunte del tráfico aéreo. La salida paulatina de la crisis económica y el repunte del consumo, empujaron a estas empresas a facturar más y eso se terminó reflejando en sus balances y, posteriormente, en su cotización en bolsa.

Para evidenciar esto basta con comprar dos de las mayores aerolíneas de Estados Unidos y de Europa: como es el caso de Delta Airlines y de IAG.
En el caso de la primera se ha revalorizado hasta más de un 500% en los últimos cinco años, de los cuales desde mínimos de 2014 se ha incrementado hasta más de un 56%. Un rendimiento espectacular teniendo en cuenta el contexto en el que se movía.

Por su parte, IAG también mostró un comportamiento sobresaliente en los mercados a consecuencia del telón de fondo que la envolvía. En el último lustro ha avanzado hasta más de un 200% y desde mínimos de 2014 hasta los máximos cosechados en abril del 2015 los títulos de la aerolínea española duplicaron su valor.

Si nos centramos en el último año, sí que podemos observar notables diferencias en las dos compañías.
En el caso de la estadounidense ha repuntado sobre el 3% después de haber remontado tras las elecciones de Estados Unidos, mientras que IAG ha cedido aproximadamente un 32% sobre el parqué madrileño.

%%%Le avisamos cuando IAG llegue a niveles clave|IAG%%%

Y todo lo ha cambiado un evento fundamentalmente, ya que hasta entonces tenían una correlación importante, y es el Brexit. Desde entonces las dos acciones han llevado caminos absolutamente diferentes. IAG retrocede sobre el 22% desde la consecución del referéndum británico y, Delta Airlines, por su parte, desde el 24 de junio ha rebotado hasta más del 22%.



Sobre la situación técnica de las dos acciones también hay un fuerte contraste. En el caso de Delta Airlines, se encuentra nuestros indicadores de la zona Premium apuntan que se encuentra en fase alcista, al mismo tiempo que recibe una puntuación de 8,5 puntos en una escala que se mueve entre el cero y el diez. Además, únicamente dos variables se encuentran en negativo: el volumen a largo plazo, que es decreciente, y la volatilidad a medio plazo, que es decreciente.



IAG tiene un aspecto absolutamente distinto según reflejan nuestros filtros técnicos. La acción se encuentra en fase de rebote, mientras que recibe una puntuación de 3,5 puntos en una escala que se mueve entre el cero y el diez. El valor solo tiene tres puntos positivos: la tendencia de medio plazo, que es alcista; el momento total rápido, que es positivo; y la volatilidad de medio plazo, que es decreciente.