Nuestro análisis muestra que la aplicación de una asignación estratégica de materias primas, funciona bien en períodos de sólidos rendimientos. Por ejemplo entre 2001 y 2005, las materias primas gozaron de sus “años dorados”. Sin embargo, durante los períodos bajistas de mercado como el de los últimos cinco años, las estrategias gestionadas activamente hubieran generado mejores retornos a los del Bloomberg Commodity Index 3 Month Forward pasivo. Ejemplos de estrategias activas Una estrategia activa o una asignación táctica de activos normalmente implica obtener exposición a valores de mayor riesgo con el fin de aumentar la rentabilidad de un portafolio. Un portafolio gestionado activamente generalmente reequilibra la ponderación en base a varios tipos de señales y podría incluir la introducción de las ventas en corto y el apalancamiento. Una exposición corta a las materias primas le permite a los inversores beneficiarse del retorno negativo spot y de la curva de futuros en contango. Es por ello que una estrategia eficiente es operar en base a la forma de las curvas de los futuros. En esta estrategia, los inversores están cortos sobre materias primas en contango y largo sobre materias primas en backwardation.
La implementación de esta estrategia de futuros en el tramo corto de la curva aumenta el retorno del portafolio significativamente pero también su volatilidad en comparación a los índices sobre materias primas tradicionales
Durante los últimos cinco años, el mejor rendimiento de estas estrategias de posicionamiento contrario corresponde a la del enfoque aplicado sobre rolo. En la estrategia donde las materias primas en contango yacen expuestas entre los contratos vigentes y los de tres meses, el desempeño ha sido superior al de otras estrategias en una media de 32.6%. Su retorno anual durante los últimos quince años es una media 5 veces superior al retorno anual de los índices sobre materias primas y las acciones internaciones y 4 veces superior al retorno anual de los bonos globales.
Aunque durante los últimos cinco años los índices sobre materias primas potenciados u optimizados marcan una caída media anual del 12%, el rolo y el momentum de las carteras ha sido chato. En el mismo período, la renta variable global se apreció un 4.4% y los bonos globales lo hicieron en un 2.4% anual.
Durante ambos períodos, la volatilidad registrada en las estrategias de posicionamiento contrario ha sido similar a la volatilidad de los índices sobre materias primas y renta variable global. Con el plus de fuertes retornos, el Sharpe ratio medio de una estrategia de posicionamiento contrario es de 0.78 durante los últimos quince años, lo que es un 11.3% más alto que el Sharpe ratio de los bonos globales. Todos los gráficos y los datos de rendimiento en este análisis se basan en el precio de los futuros vigentes sobre materias primas sin contar las comisiones. La introducción de una tarifa de ejecución fija de $1 por día por contrato, no tiene un impacto significativo en cada portafolio rendimiento anualizado de más de 5 o 15 años. En conclusión, existen grandes beneficios al emplear una perspectiva de posicionamiento contrario cuando se tienen en cuenta ciertos indicadores como el rolo. Durante el período alcista de las materias, entre 2001 y 2010, cada estrategia de posicionamiento contrario obtuvo un rendimiento muy superior a los índices de otras clases de activos al incluirse las materias primas. No obstante, el modelo en general proporciona una protección eficiente contra las caídas en los mercados de materias primas como la constatada en los últimos cinco años.
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