En concreto, los analistas de la entidad creen que el año que viene estará caracterizado por un mayor crecimiento, a pesar de la subida de tipos de interés en EEUU. En cualquier caso adelantan que “será un ejercicio de volatilidad y bajos retornos para los inversores”. Explican que su estrategia de inversión continúa dominada por una visión estructural de “expansión inflacionaria” caracterizada por un bajo crecimiento nominal, bajos tipos de interés y escasa rentabilidad”. En cualquier caso esperan menos deflación y más expansión que otros años.



Con todo, explican que “sin recesión, una FED amable y un menor drama del dólar, la renta variable global y los bonos corporativos podrían generar unos “retornos en la parte alta del dígito simple decentes”. Es decir, una rentabilidad algo inferior al 10%.

Recuerdan que hace siete años, cuando los bancos centrales comenzaron su guerra contra la deflación las bolsas representaban una gran oportunidad, ya que tenían bastante potencial. Sin embargo, en 2016 las grandes autoridades monetarias serán menos acomodaticias debido a que podríamos comenzar a ver presiones en los precios que podrían llevar la inflación desde el 0,3% este año hasta el 1,5% el próximo.

En opinión de esta firma, “para invertir en esta tendencia alcista macro, la mejor opción es: recortar a la mitad las exposiciones largas a bancos, cíclicas y ponerse cortos en crédito y en compañías sensibles a la subida de tipos”. En concreto, en la firma apuestan por renta variable japonesa, que podría llegar a subir entre un 11 y un 13%, también por las compañías cíclicas de alta calidad estadounidenses y en bancos de la eurozona.

Es decir, que esperan una mejora en las condiciones económicas de la población que no se van a ver reflejadas en las bolsas. Recuerdan las ventajas para los valores ligados al consume, como la caída del desempleo, de los precios del combustible… Además, apuntan que las condiciones crediticias también han mejorado.




Un puesto de trabajo por cada 296.000 dólares en recompra de acciones

Comentan que “aunque la tendencia de fondo sigue apuntando a la necesidad de ahorro de la población, en 2016 la política podría volver de nuevo a favorecer a la población dada la desigualdad que se ha producido en años anteriores. Apuntan en Bofa Merrill Lynch que “por cada empleo que se ha creado en Estados Unidos en esta década, las empresas americanas han gastado 296.000 dólares en recompras”. Explican en la firma que la política fiscal y de empleo podrían intentar compensar esta tendencia, lo “que favorecería a la población, en contra de Wall Street”.

La mejor forma para posicionarse en bolsa sería “invertir en lo que compra la clase media”, dicen en la firma. Por ello apuestan por bancos regionales, ponerse cortos en brokers y firmas de private equity. Por el contrario también recomiendan comprar minoristas de gran tamaño y compañías de lujo. Además, aconsejan posiciones largas en bonos de grado de inversión y posiciones cortas en High Yield.



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