Banco Santander vuelve a ceder posiciones a partir de los 3,65, tras mostrarse incapaz de alcanzar la resistencia que se proyecta a partir del hueco bajista de los 3,695. De este modo, su estructura decreciente de fondo sigue ejerciendo su presión activando de nuevo señales de venta en osciladores de precios.
Tanto sobreventa acumulada, como abultada volatilidad han logrado normalizarse a lo largo de las últimas sesiones, aliviando la presión sobre los actuales mínimos anuales registrados recientemente en los 3,421. Sin embargo, el volumen de contratación se enfría, no acompañando la recuperación de las últimas sesiones y, por ende, enfatizando la amenaza existente sobre la viabilidad de soportes clave, cuya perforación, es el escenario a priorizar.
Banco Santander en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior)
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