En concreto, el Ibex 35 se ha dejado un 1,83%, hasta los 10.689,1 puntos. José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, saca en positivo que la caída se ha frenado en la cresta del impulso alcista previo, entre los 10.665 y los 10.705 puntos, por lo que “estaríamos hablando del típico throw back y poco más”. Para este experto nos encontramos ante la enésima fase de consolidación tras un gran impulso alcista: desde los mínimos de marzo el selectivo español se ha revalorizado un 16%, recuerda.
Del “mal de altura” hablaba la semana pasada Daniel Pingarrón, de IG, y cada vez más expertos alzan la voz para advertir sobre su incomodidad con respecto a los niveles alcanzados por la renta variable. El lunes fue, ni más ni menos, que el Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, y con él coincide David Frank, desde Economic Point of View. Dow Jones y S&P 500 han marcado récords históricos: “¿Están sobrevalorados? Sí ¿Por qué? Simplemente porque estos niveles no tienen reflejo en una recuperación económica fuerte”, explica.
Así, este analista se pregunta ¿por qué está tan arriba la renta variable? Vivimos en un entorno de “bajos tipos de interés y salarios reducidos. Esto último equivale a reducir los costes de las empresas, mayores márgenes de beneficios y mejores rentabilidades por dividendo. Las corporaciones estadounidenses también está cosechando gran parte de sus ganancias en los mercados emergentes”.
La “altura” alcanzada por los precios de las acciones es para Frank “un síntoma de debilidad de la economía. No es casualidad, por tanto, que esté a punto de mostrar un crecimiento más fuerte, aunque aún hay mucho malestar en el apartado macro: estamos viendo datos 'flojos' en las construcciones de nuevas viviendas, en el sector manufacturero y dentro del mercado laboral. Especialmente en lo que respecta al estancamiento salarial”.
Además, añade, “la fuerza de trabajo aún tiene una tasa de participación muy baja. Se encuentra muy por debajo de los niveles previos a la crisis. Los salarios reales son también débiles y en realidad muestran una pérdida del 0,2%. Esto no apunta a una recuperación económica muy sólida. De hecho, apunta a lo contrario: en el mejor de los casos, a una 'floja' y desigual (…) Entre 2009 y 2012, el 95% del ahorro se produjo en el 1% de la población que compone la clase alta, mientras la clase media sigue empleando sus ahorros para pagar las cuentas y sobrevivir. Esto quiere decir que no debemos esperar una mejora en el consumo a corto plazo tampoco”.
Con todo, este experto concluye: “La recuperación económica de Estados Unidos no es segura aún. Hay problemas de cimentación, especialmente en el sector inmobiliario y en los salarios. La Fed debería tener en cuenta estos problemas antes de subir los tipos (…) es positivo que se creen 200.000 puestos de trabajo al mes, pero si fueran 300.000 la recuperación sería más fuerte. Hay razones para estar preocupados. Aunque hay una sensación de euforia generalizada con la superación de los 17.000 puntos por parte del Dow Jones, no esperen que se mantenga en este nivel. No hay crecimiento económico real que lo apoye”.
Sara Carbonell