Lleva siendo la recomendación más extendida durante el mes de agosto: hay que huir de Abengoa
hasta que de todos los detalles de la ampliación de capital y logre frenar su caída. La penalización que experimenta hoy el valor, es buena muestra de ello. Cede un 4,8% y desciende hasta los 0,88 euros. El objetivo ahora, dicen los expertos, pasa por visitar los mínimos de noviembre en los 0,869 euros.


Gráfico de Abengoa B. Con volumen de contratación y MACD. Fuente: Infobolsa


¿Y si rompe este nivel? Pues no quedaría referencia alguna hasta los 0,643 euros. Los expertos recomiendan huir pues no ha generado ninguna señal de compra. Está bajista “y hay que esperar a que se gire y rompa la zona de 1,20 euros. Si lo consigue, nos dará una señal clara”. Claro que para eso, tendría que subir un 31%.

%%%Te avisamos cuando Abengoa alcance niveles objetivo|ABG.P%%%

Hasta ahora no hay noticia que justifique estos movimientos en la compañía, salvo que ha incrementado su autocartera hasta el 6,158%, desde el 6,098% anterior. Parece que todavía pesa el anuncio del pasado 3 de agosto de la ampliación de capital de 650 millones de euros – entonces era un tercio de la capitalización bursátil – que supone un 83% de su capitalización actual.

Dos días antes, el consejero delegado, Santiago Seage, presentó los resultados del primer semestre de reduciendo las previsiones anuales y confirmando que no había ampliación en el horizonte. El silencio a día de hoy se mantiene. No se saben ni plazos ni detalles acerca de la operación. Tan sólo los acreedores han tendido una mano a la compañía al asegurar que cubrirían la ampliación de capital siempre y cuando Abengoa aclarase las cuentas y ampliara las desinversiones.

Con ello, el coste de la deuda se ha duplicado. La rentabilidad de los bonos que vencen en 2020 han subido hasta el 31% en el mercado secundario, desde el 15% de finales de julio, y el coste de la deuda asciende al 65%. Ni hablemos de dónde queda el compromiso de la compañía de pagar un dividendo del 3% para este año. Aunque ¡A quíen le preocupa un dividendo del 3% cuando las acciones se han desplomado más de un 78% en quince días! Veremos.