¿Y ahora qué?
 
Entendemos que las intensas caídas vividas el pasado viernes con algunos índices como el selectivo español alcanzado pérdidas del 12% en una sola sesión, nos auguran una semana difícil y unos meses inciertos. Es decir, nuestra visión para la renta variable europea y en menor medida la americana es de esperar caídas adicionales en los próximos meses. Ciertamente no es que las caídas tan intensas como las del pasado viernes van a ser la norma, pero creemos que entramos en un tono bajista que paulatinamente va ir dañando las carteras expuestas a Reino Unido y Europa. Probablemente en medio de este tono bajista viviremos algunas jornadas de rebotes técnicos intensos, y ya advertimos desde hoy mismo que no deberíamos dejarnos llevar por la ilusión de esos rebotes porqué son trampas habituales en este tipo de situaciones. En definitiva lo que se nos presenta ante nosotros es un proceso largo y costoso de negociación entre Reino Unido y la Unión Europea para establecer su salida.

Desde el momento en que Westminster active el artículo 50 del tratado de Lisboa, el periodo establecido por la norma puede llegar a ser de hasta 2 años. La política interna británica está en un total desbarajuste y no ayudará a establecer una posición clara y de sentido común por parte del Reino Unido de cara a estas negociaciones cruciales. De hecho, aún no tienen claro ni el momento en el que activar el artículo 50 comentado.
 
¿Qué hacer entonces?

 
En SLM históricamente hemos tenido un sesgo importante hacia la Renta Fija, estrategia que no ha sido fácil en un entorno que utilizaba expresiones como las siguientes: “No hay valor en la Renta Fija”, “Hay una burbuja en la Renta Fija” o “Los bonos de gobierno ya no dan nada”.

Pues bien, es en estos momentos cuando se ve toda la utilidad de mantener en las carteras una parte importante en bonos, que se han visto muy poco afectados en este nuevo escenario. Por tanto continuamos con nuestra visión de potenciar la Renta Fija si cabe aún más  e ir reduciendo la exposición, sin prisas pero sin pausas, de todos estos fondos u activos expuestos al mercado de eenta variable británica o de renta variable europea. El destino de estas desinversiones pueden ser múltiples en función del perfil de cada cliente: fondos mixtos defensivos, fondos de gestión alternativa, fondos centrados en países menos correlacionados con la Europa Core como Suiza o Escandinavia, fondos asiáticos y con especial mención a Japón o India. O

Otro destino será, como no podría ser de otro modo, los bonos soberanos y corporativos con especial atención a los nominados en USD americanos, ya que entendemos que el billete verde ha iniciado de nuevo después del Brexit una escalada que lo puede llevar a cotas cercanas al 1,05 en el medio plazo. Para esos inversores que quieran cubrir sus carteras ante los difíciles meses que se avecinan, no olvidemos que Agosto está a la vuelta de la esquina, y otras opciones viables serían potenciar activos refugio como el oro, los metales preciosos o los ETFs de renta variable europea inversos.
 
En conclusión, y vista la gravedad de la situación, no deberíamos de todas formas actuar con precipitación y con nervios, consulte a su asesor financiero para llevar a cabo la estrategia descrita más arriba.