Caixabank
arrancó la semana con un aspecto bastante negativo. Aparecen síntomas de debilidad tras la caída del lunes y, además, el indicador de fuerza comparativa indica debilidad, lo que puede ser un síntoma de agotamiento de la tendencia alcista de Caixabank iniciada a mediados de agosto del año pasado. También decrece la intensidad en la fortaleza que presentaba meses atrás, coincidiendo con el esplendor de la cotización.
Desde febrero de este año está sumergida en un rango lateral entre 4,75 y 4,09 euros. Además, en septiembre hizo un amago de superación de la parte alta del lateral, pero no lo logró. Si estoy fuera del mercado, no intentaría comprar Caixabank hasta que superara de forma clara los 4,75 euros.
Si lo tengo en cartera, el nivel crítico está en los 4 euros, por lo que deberíamos tener un stop de protección en ese nivel, porque de saltar, podría caer a 3,60.


La industria financiero es una de las que presenta debilidad en el mercado europeo. Está sumida en un rango lateral bajista, lo que afecta a la cotización de los bancos.