El mercado de acciones españolas podría haber llegado a una zona de congestión. El precio de dichas acciones se mueve por tendencias y las tendencias se desarrollan a medida que el flujo emocional del mercado pasa por diferentes estadios psicológicos; del pesimismo a la euforia, atravesando el optimismo y la excitación. La corriente de opinión, el consenso del mercado y los medios de comunicación retroalimentan la complacencia de este mercado, exaltando la opinión pública de manera generalizada hasta llegar a zonas de saturación. Actualmente el selectivo español está desarrollando una pauta impulsiva que le ha llevado a revalorizarse alrededor de un 35%, suficiente botín para los alcistas. Los impulsos secundarios suelen moverse entre un 25-40% por lo que la estadística me indica que la pauta impulsiva está llegando a su fin. Eso no incide en pensar que el mercado vaya a desplomarse. Podemos observar una reacción secundaria dentro de unos días o bien entrar en rango lateral en un período aproximado de un mes. ¡No se qué puede suceder! Por más que muchos se empecinen en pretender hacer de la predicción un modus vivendi, es otro mi estilo.


Como Traders vivimos en la más pura incertidumbre y por más que busquemos la verdad, la opinión es un sesgo que el operador debería combatir. Ustedes sabrán por mis múltiples análisis en Estrategias de Inversión que estoy posicionada en el sector financiero en general y en Bankinter en particular. Tras la corrección de ayer, traté de capturar reversal en superación de máximo creciente. Durante la sesión, la bondad de los resultados empresariales del sector financiero, me ha hecho tomar la decisión de comprar y por ende añadir más acciones a mi lote total. Añado posición a mis ideas ganadoras, de manera que convierto las tendencias durables en beneficios sustanciales y las ideas perdedoras en poco perdedoras. No puedo negar que he comprado en contra de mis instintos más primarios.
Mi voracidad alcista choca con la clara controversia de un mercado en corrección. Soy consciente de que el mercado puede corregir, pero no puedo dejar escapar la opción de añadir posiciones en una tendencia ganadora. Mi opinión, pasa por creer que el mercado me dará la opción de comprar más barato, es este mercado quien me dice que, cuando y cómo hay que operar.

El precio marcó escape en los primeros 45 minutos de la sesión de ayer y dejé que las cosas sucedieran. Los bajistas reaccionaron bajo una lógica aplastante, acerca de que un gap está esperando. Esa idea me ha permitido buscar una posición alcista en un rango lateral intermedio (pueden observar en el gráfico las líneas marcadas de compra y stop loss). Mi idea es práctica, si la fuga es falsa y el hueco es de agotamiento, el precio no debería superar la resistencia. Si el mercado tiene fuerza y la ruptura bajista del miércoles es falsa, el precio debería romper al alza. ¡Ejecuto y acato! El mercado me da la opción y entro posicionándome larga. No me agrada tomar esta decisión, pero como Trader se que, como ya he mencionado, vivo en la incertidumbre y me adapto. Mis mejores decisiones de Trading nacen de la angustia, pero al fin y al cabo, combato contra mi misma, y hacer de la emoción virtud es algo que marca sin duda la diferencia.

Todo queda en una idea y en un plan. Si el mercado me da hoy un viernes alcista en Bankinter, ubicaré el stop break even y si el mercado rompe la línea de stop loss en 4,40€, materializaré una pequeña pérdida. No sufro con la idea de ejecutar un stop loss, pues al fin y al cabo, soy Trader y las pérdidas forman parte de mi trabajo. Si pierdo, tendré una opción de comprar más barato y si el precio me da un poco más de volatilidad ubicaré el stop en el break even y dejaré correr los beneficios. Al final, lo más importante es el control del riesgo. Nuestra materia prima es el capital. Si lo perdemos, no podemos operar. Déjense de engaños “largo placistas” de analistas “siempre alcistas”. El Dow Jones a largo plazo es siempre alcista, eso es cierto, pero lo que nunca se dice es que sacan del índice Dow Jones las empresas con mayores dificultades e introducen las compañías más boyantes. Esto es así desde que la bolsa es bolsa.

Tras la crisis de 2.008, compañías legendarias como Citigroup y General Motors fueron expulsadas del índice. Un Trader que quiera vivir de las operaciones en bolsa no puede operar sin un sistema completo de Trading que abarque tanto las entradas, como las salidas y el control del riesgo.
Hay infinidad de veces que acataremos una operación, tendremos un buen beneficio y lo perderemos todo, por culpa del método. Por el contrario, el método a largo plazo nos dará dinero. Es muy importante remarcarlo. Si pensamos que por culpa del stop hemos dejado de ganar dinero, dejaremos de actuar racionalmente y tarde o temprano acabaremos desplumados. Forma parte del juego.
Queda claro entonces que el control del riesgo es vital. Es importante que cada operación no suponga más de un 0,50% de su cuenta.



Calcularlo es muy sencillo. Lo veremos en el siguiente supuesto:
- Capital: 100.000 EUR
- Precio de compra: 4,45 EUR
- Precio de stop-loss: 4,40 EUR
- Regla de riesgo: 0,50%


Aplicamos el coeficiente al capital: 100.000 * 0,005 = 500 euros. Ahora sabemos que en esta operación perderemos un máximo de 500 euros. Por lo tanto, para determinar las acciones que vamos a comprar, tenemos que realizar un pequeño cálculo. Primero calculamos la pérdida por acción:
4,45 EUR (precio de compra) – 4,40 EUR (precio de venta) = 0,05 EUR
Si sabemos que para cada acción perderemos 0,05 euros, para saber cuántas acciones podemos comprar para perder un máximo de 500 euros, basta con
500 EUR / 0,05 = 10.000 acciones
Resumen del cálculo:
- Calcular el 0,50% sobre el capital.
- Calcular la pérdida por acción en función del precio de compra y el precio de stop.
- Dividir la pérdida máxima entre la pérdida por acción, para determinar el tamaño de la posición ajustado al 0,50%.

El análisis técnico es análisis aplicado a la psicología de masas. ¡No opero jamás antes de una noticia! La masa puede analizarse en situación normal. En un ataque de pánico es totalmente impredecible. Si sé que habrá una noticia importante cerca, me olvido de la operación porque hay posibilidades de que mi análisis sea erróneo. Mr. Market es un maníaco depresivo y, a veces, sus ataques de locura son absolutamente increíbles. Intento obviar al máximo repuntes incontrolables de volatilidad, pues al fin y al cabo, la decisión pasa por ejecutar y acatar. Mi trabajo es bajar a la operativa mi tesis macroeconómica, mediante el análisis técnico, es decir, el análisis psicológico. Por este motivo comprendo que el Trading es una lucha sin ningún tipo de compasión, un reto intelectual y un combate constante contra uno mismo.

Ayer tomé una determinación luchando en contra de mi opinión, ¡cierto! Pero hoy, deberé acatar con la misma determinación mi decisión, puesto que la lucha ya no será contra el miedo a equivocarme, más bien contra el ego de pensar que he acertado en mi opinión o con el rencor de comprender que mi análisis estaba por encima del lenguaje del mercado. El Trading no admite ego, miedo ni rencor. El mercado exige realismo, sentido común y muchísima decisión y eso es lo que me llevo, acumulación de Bankinter y un nuevo paso para ejecutar mi plan de Trading, protegiendo mi nueva posición en una idea que únicamente el mercado sabe hacia dónde me llevará.