Cada año, el 1 de octubre, tú estás pendiente de si te ha llegado la nómina o del cambio de hora, pero en Estados Unidos es el comienzo del año fiscal. Y, sin acuerdo político entre Congreso y Senado para aprobar las leyes de financiación necesarias para el nuevo ejercicio fiscal, el estado “se apaga”, lo que se conoce como government shutdown.

Pero no vayas a pensar que esto es excepcional… llevamos unos pocos. Más de una decena este siglo si contamos los parciales y los totales. ¿Y cómo es posible esto si ambas cámaras las controla el partido republicano? Pues resulta que para estas leyes presupuestarias de financiación es necesario no solo controlar la Cámara de Representantes y el Senado, sino que se necesitan, al menos, 60 votos en el Senado. Y el partido de Trump no los tiene.

Otra pregunta normal es porqué no se han puesto de acuerdo. Pues te lo cuento, porque los demócratas han supeditado su apoyo a que los republicanos deshagan algunos recortes de aquellos que impulsó Elon Musk y unos asuntos de su programa del Obamacare.

Fuente: Carlos Arenas Laorga

Aunque al final es el juego político del drama, amenazas, y acabamos en un acuerdo, por el camino hay personas que lo pasan mal.

En primer lugar, hay gente que deja de cobrar, ahora lo explicamos. En segundo lugar, algunas oficinas públicas cierran, como la encargada de los datos de empleo. Y eso es muy importante para la Fed, que ya estaba en tela de juicio por malos datos. Ahora, directamente, no los tiene.

Los parques nacionales cierran, los datos del paro no se publican, y en los laboratorios de investigación biomédica se apagan los microscopios. Pero el tráfico aéreo, los juzgados o el correo siguen funcionando. Eso sí, con empleados trabajando sin cobrar, a la espera de que el Congreso desbloquee el presupuesto y les pague con carácter retroactivo.

Este circo me ha recordado a los libros de los juegos del hambre. Y he decidido bautizar a este gallinero político como The Budget Games.

Y os cuento mi desidia con esta película. Más allá de que hay personas que no cobran unos días y lo de los datos de empleo, es que me da exactamente igual. Es más, ojalá se pagase a esas personas y siguiese siempre cerrado el Gobierno. el ruido mediático es enorme. La prensa no puede contenerse al estallar en titulares sobre que la mayor economía del mundo cierra.

Ya, pues en términos de PIB es un efecto nulo. Bueno, según las estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, el último y larguísimo (35 días) shutdown, tuvo un impacto neto del 0,02% del PIB.

He de decir que aun así, no es del todo inocuo. Hay efectos colaterales que no se reflejan directamente en el PIB: decisiones de consumo e inversión que se postergan, licitaciones que se congelan, confianza institucional que se erosiona… Pero, en términos generales, no afecta nada.

Y los mercados bursátiles… menos todavía. Es más, suelen ser días positivos. Se ve que a los inversores americanos les importa tanto como a mí.

Y se ve también que no somos el único país en el que hay problemas con los presupuestos.