La otra buena noticia llegó de la subasta del tesoro, que consiguió emitir 4010 millones de euros en letras a tres y nueve meses, superando las expectativas y sin elevar el tipo de interés pagado en la anterior subasta. Así las cosas, el selectivo español se mueve “en un rango entre los 7895-8322 puntos, que muestra un cierto deterioro, momento negativo pero puntos positivos como que la tendencia de medio plazo comienza a girarse”, explica Ruiz. La liquidez permite esperar a zonas más atractivas como son los 7500 puntos del Ibex35
Abertis y Gas Natural, protagonistas de la sesión
En el plano empresarial, dos compañías fueron protagonistas dentro del índice de referencia. De un lado Abertis
Una revalorización que no fue, ni de lejos, la experimentada por los títulos de Bankinter y Mapfre, que lideraron la tabla subiendo más del 3%, hasta los 4.25 euros y los 2.42 euros por acción, respectivamente. De cerca, Caixabank sumó un 3.14% en tanto que Viscofan superó el 2.7% de revalorización, hasta los 40.13 euros por título.
Y a pocos pasos, algunos de los grandes. BBVA elevó en más del 2% el precio de sus acciones, que mañana comenzarán a cotizar desde los 7.65 euros. Su homóloga cántabra se hizo con un 1.9% de subida, hasta los 5.96 euros por acción. (Ver: Santander versus BBVA ¿quién ofrece señal de entrada?).
A pocos pasos, cotizan los títulos de Telefónica que cerraron la sesión en los 9.79 euros mientras que Repsol elevó en un 1.9% el precio de su cotización, marcó los 15.74 euros por acción. Estos valores son, junto a Iberdrola, los grandes obstáculos del Ibex35.
En el lado de los números rojos, pocos valores fueron los representantes, aunque el sector financiero tuvo mucho que decir. Banco Popular cayó un 0.9% y marcó los 0.6520 euros. BME descontó un 0.6% de su cotización – hasta los 20.93 euros – mientras que Banco Sabadell y Abengoa superaron las dos décimas de caída, con lo que mañana comenzará a cotizar desde los 1.70 euros y los 1.87 euros, respectivamente.
En el continuo español, hoy protagonista también fue Reyal Urbis que se ha visto obligada a presentar concurso de acreedores después de no llegar a un acuerdo para refinanciar su deuda. La Comisión Nacional del Mercado de Valores suspendía de cotización el valor antes de la apertura del mercado.