El índice DOW JONES baja un 0,98% hasta los 45.096,69 puntos. El valor más bajista es NVIDIA, que cae un 2,65%, mientras que Goldman Sachs cede un 2,61%. Entre los pocos que suben, Merck se anota un 1,12% y Johnson&Johnson un 1,02%. El S&P 500 baja un 1,28%, en 6.377,31 puntos, mientras que el Nasdaq retrocede un 1,73% hasta los 21.085,19 puntos. 

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Wall Street viene de un mes de agosto sólido. El Dow Jones avanzó un 3,2% en el conjunto del mes, aunque perdió algo de fuelle respecto a los máximos históricos que llegó a conquistar.  El S&P 500, que también está a tiro de piedra de máximos, subió un 1,90% en su cuarto mes consecutivo de ganancias. El Nasdaq, con un fuerte componente tecnológico, cerró el mes con un alza del 1,6%. 

No obstante, septiembre es históricamente el peor mes para la renta variable estadounidense, con el S&P 500 promediando una caída del 4,2% en los últimos cinco años y una caída de más del 2% en los últimos 10.

Las caídas de este martes llegan después de que un tribunal federal de apelaciones dictaminara el viernes que la mayoría de los aranceles globales del presidente Donald Trump son ilegales. El Tribunal de Apelaciones para el Circuito Federal determinó, en un fallo de 7 a 4, que solo el Congreso tiene la autoridad para aplicar gravámenes amplios. Trump calificó la decisión de “altamente partidista” y ha dicho que la apelará ante el Tribunal Supremo de EEUU.

“Un fallo del Tribunal Supremo contra el uso de la IEEPA en aranceles recíprocos reduciría el riesgo de una escalada arancelaria generalizada, lo cual es positivo para el mercado”, escribe Aniket Shah, director de estrategia de sostenibilidad y transición de Jefferies. “Sin embargo, la incertidumbre a corto plazo podría aumentar, ya que algunos acuerdos comerciales podrían tener que renegociarse”.

La incertidumbre se deja notar además en el mercado de renta fija, con la rentabilidad del bono a diez años subiendo hasta el 4,29%, mientras el bono a 30 años paga un 4,98%. El aumento de los rendimientos parece responder al miedo a la posibilidad de que EEUU tenga que reembolsar los miles de millones de dólares recaudados por los ingresos arancelarios, lo que agravaría la ya de por sí tensa situación fiscal del país.

En la agenda macroeconómica de este martes, los inversores tendrán que estar atentos a los datos del PMI Manufacturero y el ISM Manufacturero de agosto que se conocerán con la sesión ya iniciada. Esta semana la gran referencia será el informe de empleo del Departamento de Trabajo que se publicará el viernes. Los analistas esperan que la mayor economía del mundo generase unos 82.000 empleos netos en agosto, y que la tasa de desempleo se estabilizase en el 4,2%.

Entre los valores protagonistas del mercado, los inversores tendrán que estar atentos al gigante de la alimentación The Kraft Heinz. La compañía ha anunciado su división en dos compañías que cotizarán en bolsa, dentro de sus esfuerzos de reactivar el crecimiento tras años de ventas estancadas. La primera de las compañías, centrada en el negocio de las salsas, se denominará ‘Global Taste Elevation Co’ y albergará marcas como Heinz o Philadelphia. La segunda, más centrada en comestibles, será ‘North American Grocery Co’, con marcas como Oscar Mayer.

“Las marcas de Kraft Heinz son icónicas y apreciadas, pero la complejidad de nuestra estructura actual dificulta la asignación eficaz de capital, la priorización de iniciativas y el crecimiento en nuestras áreas más prometedoras”, ha explicado Miguel Patricio, presidente ejecutivo del consejo de administración de Kraft Heinz. La compañía espera que la escisión se cierre en el segundo semestre de 2026. La unidad de salsas facturó alrededor de 15.400 millones de dólares en 2024, mientras que el negocio de comestibles generó ventas de alrededor de 10.400 millones.

PepsiCo registra avances del 5,3% en la mañana neoyorquina. The Wall Street Journal ha publicado que Elliott Management ha adquirido una participación de unos 4.000 millones de dólares en el gigante de los snacks y está planeando una campaña activista para impulsar la cotización.

Las acciones de Signet Jewelers suben más de un 2% después de que los resultados del segundo trimestre de la empresa hayan superado las expectativas de Wall Street. Signet registró ganancias ajustadas de 1,61 dólares por acción sobre 1.540 millones de dólares en ingresos para el trimestre, mientras que los analistas habían esperado 1,24 dólares en ganancias por acción y 1.500 millones en ingresos. La compañía también elevó sus previsiones de ganancias e ingresos para todo el año.

Las acciones de Biogen se mueven en positivo después de que la empresa biofarmacéutica y Eisai hayan anunciado que la FDA ha aprobado una versión inyectable de su fármaco contra la enfermedad de Alzheimer, Leqembi.

Las acciones de Fortinet bajan un 4% después de que Morgan Stanley haya rebajado la recomendación de la empresa de ciberseguridad de ‘igual peso’ a ‘infraponderar’.

En los mercados de materias primas, los precios del petróleo suben hasta máximos de un mes a la espera de la reunión de la OPEP+ que se celebrará este fin de semana para decidir el suministro de octubre. Los flujos rusos también están en el punto de mira: según cálculos de Reuters, los ataques con drones ucranianos han paralizado instalaciones que representan al menos el 17% de la capacidad de procesamiento de petróleo de Rusia. Mientras, EEUU persiste en sus esfuerzos de presionar a Moscú para que logre la paz en Ucrania. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha anunciado que Washington estudiaría la posibilidad de imponer sanciones a Rusia esta semana.

De este modo, los futuros del petróleo West Texas estadounidense suben un 1,55% hasta los 65,00 dólares por barril, mientras que el crudo Brent de referencia internacional se paga a 68,47 dólares, con una subida del 0,48%.

Mientras, el precio del oro ha marcado un nuevo máximo histórico en 3.508,54 dólares la onza, volviendo a hacer valer su fama de activo refugio. A estas horas, modera la subida hasta un 0,19% y 3.483,40 dólares. El metal amarillo ha subido más de un 30% en lo que va de año.

El euro baja un 0,58% frente al dólar hasta dejar el tipo de cambio en 1,1642 dólares por cada moneda comunitaria.