Que la inversión es una cosa estupenda si se hace bien no es lo que piensa la mayor parte de la población española. Unos por miedo, otros porque no saben cómo ahorrar, otros por ignorancia sobre lo que realmente se genera con el interés compuesto. En fin, cada cual con sus cosas, pero el resultado es que somos una sociedad en la que no hay educación financiera. Y eso hay que solucionarlo.

No es una tarea sencilla. Ni mucho menos. Pero es una ardua empresa por la que muchos luchamos denodadamente cada día. Y no cejaremos en el intento, ya lo aviso.

De este informe que mencionaba, he rescatado algunos datos que he puesto en gráficos para que los podáis ver. Son cosas que me han llamado la atención y me preocupan especialmente. Animo a todo el que lea este artículo a que comparta con sus conocidos sus conocimientos de inversión. Lo básico, pero hay que extender lo bueno.

Fuente: Carlos Arenas Laorga, con datos del informe de BlackRock, “Las tendencias que marcan la inversión en España”

Lo primero en lo que me quería fijar es en el bajo porcentaje de personas adultas que invierten en España. Somo los últimos junto con Portugal. Los últimos… Esto tiene una gran ventaja, por otro lado. Y es que tenemos una clara oportunidad de crecer de forma muy considerable. ¿Cómo es posible que solo inviertan un 28% de los adultos en nuestro país? ¿Acaso no conocen que el interés compuesto hace rico a un sueldo medio, que hace millonario a un modesto salario si lo capitaliza hasta su jubilación?

Pues efectivamente. A la luz de los datos que arroja el informe, este es el principal problema, la falta de educación. El desconocimiento. La ignorancia. Y además, el porcentaje es muy elevado.

Fuente: Carlos Arenas Laorga, con datos del informe de BlackRock, “Las tendencias que marcan la inversión en España”

Luego tenemos otro gran elefante, la falta de dinero. Es verdad, los sueldos son bajos, la vivienda es cara. Pero, en el fondo, es problema de falta de conocimiento, porque no saben cómo ahorrar. Hemos hablado muchas veces sobre esto. Pero hay que recordar una y otra vez que el ahorro no es lo que me sobra al final de mes, que suele ser cero. Sino lo que retiro según ingreso dinero. Y con eso, ya hago mi presupuesto.

El tercer punto de no invertir ya es más pequeño, pero sigue siendo relevante. El miedo a perder dinero es, una vez más, vuelta al primer punto de la falta de conocimiento. ¿Sabes que en el pasado, el peor inversor del mundo, a 30 años hizo un +8% en el S&P 500? Repito, el peor. Sí, el que compró cuando más caro estaba y vendió en el momento de crisis. Pues en periodos de 30 años, lo peor ha sido un +8%. A largo plazo es muy difícil perder.

Luego hay un último punto. Es mucho menor este porcentaje, pero es de dos dígitos, así que no le doy importancia menor. Se trata de la falta de tiempo. ¿Acaso no conocen que las inversiones de pueden delegar? ¿Es posible que no sepan que pueden sistematizar una inversión periódica mensual y olvidarse? Otra vez volvemos a lo mismo: falta de educación financiera.

El PROBLEMA con mayúscula del sector financiero.

Ayúdanos a darle la vuelta a esto como si se tratara de un calcetín. Hagamos de España un lugar de personas con salud financiera extendiendo la educación hasta el último pueblo y la última persona de nuestro país.