Kicillof sostuvo que la empresa norteamericana únicamente pone el “capital inicial” mientras que YPF “pone el trabajo y también va a operar el área, va a aprender a sacar recursos de la mano de una empresa norteamericana que tiene experiencia en la extracción de hidrocarburos no convencionales”


El acuerdo se cerró ayer entre las dos compañías y estima una
inversión inicial de unos 1.240 millones de dólares que realizaría Chevron. El montante exacto que emplearía la firma estadounidense se certificará a lo largo del primer año de vigencia del convenio.

Sin embargo, para el viceministro argentino no es relevante que sea la norteamericana la que lleve el peso económico ya que el tratado “es para fomentar las inversiones que necesita el país”. También agregó que "no hay empresa estatal de petróleo, incluyendo Venezuela, la rusa Gazprom, cualquier otro modelo como en Noruega o China, que no estén asociadas con capital extranjero para la producción de hidrocarburos”.

Kicillof aseguró que si la ”experiencia sale bien, va a significar un aumento de producción importante”, que apuntará a “garantizarnos autoabastecimiento en hidrocarburos con perspectiva a largo plazo”.

En declaraciones a la televisión pública argentina el secretario de Política Económica mostró un discurso bastante duro para quienes se oponen al acuerdo entre las dos petrolíferas, sobre todo, tras las manifestaciones que se han producido. “Hay un mar de contradicciones en la oposición. ¿Qué haría esta gente gobernando si no saben qué hacer, si quieren capital extranjero o no?”, aseveró el político.

Finalmente, Kicillof habló de la mejora de YPF tras la nacionalización. Las inversiones crecieron 25% en un año, con 50 equipos de perforación activos, después de la expropiación del 51% de las acciones a Repsol.