José Luis Cava, para empezar, se fija en una portada de The Economist que anuncia “una crisis de deuda por venir” y comenta irónicamente: “¿Qué nos estás diciendo? Si no nos habíamos dado cuenta de que había una crisis de deuda”. Recuerda que S&P ha rebajado la calificación de la deuda francesa por seguir “una trayectoria insostenible”, y se pregunta en qué países la deuda pública no está siguiendo una trayectoria insostenible. A su juicio, en la mayoría, porque “el gran problema del sistema financiero actual es la renovación de la gran cantidad de deuda pública que hay en circulación”.

Explica que el sistema no se cae porque “siguen inyectando liquidez en el sistema”. Señala que “quien realmente está inyectando liquidez es China” y que eso es lo que sostiene los mercados. En este contexto, asegura que muchos inversores utilizan el S&P 500, el oro y las criptomonedas “como reserva de valor, para protegerse de la degradación monetaria que están llevando a cabo los gobiernos”.

Sobre el oro, recuerda que la semana anterior “experimentó una parada”, pero cree que “no se ha agotado su tendencia alcista”. Explica que China “quiere devaluar el yuan frente al oro” y recuerda que obligó a Arabia Saudí y a otros proveedores a firmar contratos en yuanes, con la opción de convertirlos en oro. Por eso, considera que aunque el oro pueda detenerse a corto plazo, China seguirá devaluando su moneda entre “un 10% y un 15% frente al oro”.

En cuanto a las criptomonedas, Cava recuerda que el viernes anticipó que “el domingo por la noche habría fiesta” y efectivamente “la cotización de Ethereum y Bitcoin subieron significativamente”. Detalla que “una mano compró 950 millones de dólares en Ethereum”, una cifra “muy importante”, que suele anticipar fuertes subidas. Explica que este movimiento se vio favorecido por la “parada del oro”, ya que muchos especuladores pasaron de posiciones largas en oro a Bitcoin. Añade: “Manos fuertes estaban comprando Bitcoin el domingo por la noche”.

Cava considera que “lo más probable es que Bitcoin siga la tendencia alcista”. En un gráfico logarítmico, marca una recta que pasa por los máximos de 2017 y 2021, que proyecta “una cotización en torno a 300.000 dólares”, aunque aclara que no necesariamente ocurrirá ahora. 

A corto plazo, identifica una resistencia entre “116.500 y 128.000 dólares”, donde hay muchas posiciones cortas. Si se supera el primer nivel, “se produciría una cascada de cancelaciones de cortos”. Y si se supera el segundo, “una subida enorme”, con un objetivo de “200.000 a 250.000 dólares de aquí a enero”.

Finalmente, sobre el S&P 500, Cava rechaza la idea de que haya tocado techo: “Todo está dominado por la liquidez.” Los precios altos obligan a abrir posiciones mayores, pero “no ha dibujado una pauta de agotamiento”. Concluye destacando que tras las caídas de octubre “los particulares compraron masivamente” y que ya lo hicieron también en abril. Por eso asegura: “Hasta ahora no se han equivocado. El escenario más probable es que el S&P 500 intente dirigirse al 7.000”.