La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se encuentra en el ojo del huracán ante la posibilidad de un recorte de tipos de interés en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) programada para el 30 de julio. Según las actas de la última reunión del 18 de junio, solo una minoría de los miembros del FOMC estaría a favor de esta medida. La incertidumbre en torno al impacto de los aranceles comerciales impuestos por el presidente Trump añade un elemento de complejidad a la toma de decisiones en política monetaria.
Posturas a favor y en contra del recorte de tipos de interés
De acuerdo con las actas, "un par de participantes" estarían dispuestos a considerar la posibilidad de reducir el rango objetivo del tipo de interés oficial en la próxima reunión si los datos económicos evolucionan de acuerdo con sus previsiones. Estos miembros ven como una opción viable la disminución de los tipos para estimular la economía.
Por otro lado, "algunos miembros" del FOMC consideran que no es necesario reducir los tipos en lo que resta del año. Argumentan que los últimos datos de inflación han superado el objetivo del 2%, los riesgos al alza para la inflación siguen siendo significativos y las expectativas de inflación a corto plazo por parte de empresas y hogares son elevadas. Además, esperan que la economía se mantenga sólida sin necesidad de estímulos adicionales.
Varios participantes señalaron que el precio del dinero actualmente "podría no estar muy por encima" de los niveles neutrales, lo que implica que no estaría ni estimulando ni frenando el crecimiento económico.
Impacto de los aranceles y la incertidumbre
Las actas también reflejan la preocupación dentro del FOMC sobre el impacto de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. La opinión predominante es que estos aranceles podrían tener un efecto persistente en la inflación. Sin embargo, "unos pocos" miembros creen que solo resultarían en un aumento puntual de los precios sin repercusiones a largo plazo.
Los miembros del FOMC reconocen la "considerable incertidumbre" en torno al calendario, magnitud y duración del impacto de los aranceles comerciales en la inflación. Aunque admiten que la incertidumbre ha disminuido desde el encuentro anterior, siguen sin tener claridad sobre las consecuencias a largo plazo de estas políticas comerciales.