Deutsche Bank, según el FMI, es el mayor banco sistémico del mundo, a pesar de que su capitalización hoy en día es de unos 17.000 millones de euros. Sin embargo, su alta exposición al mercado de derivados (52 billones de euros), así como su posición deudora provocarían una gran convulsión en el Sistema financier global, si algo ocurriera. Hay expertos que dicen que el tsunami que ocasionó la quiebra de Lehman Brothers sería una pequeña ola en el Mediterráneo comparado con lo que podría desencadernase con la caída de Deutsche Bank.
Los últimos estrés test del Banco Central Europeo (BCE) la institución reconocía el esfuerzo de los bancos europeos en los últimos años. La posición de capital de Deutsche Bank está en 14%, por encima de la mayor parte de la banca europea, también la Española. Sin embargo, el problema de la entidad alemana es de tamaño y de rentabilidad, como ocurre con otros bancos europeos. De hecho, según los datos de Facset, el ROE (rentabilidad sobre activos propios) del banco es de casi un -13% y su eficiencia es de 89.
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Quizá por eso el consejero delegado de Deutsche Bank ha dicho que en los planes de la entidad no está la de ganar tamaño con una fusión con Commerzbank, sino que lo que quieren es seguir reduciendo su dimensión.
Algunos expertos han dicho hoy que la unión entre las dos firmas crearía una entidad demasiado grande y de repente a muchos les llega a la mente la unión de varias firmas enfermas en una sociedad que terminó entrando casi en fase terminal, que fue lo que ocurrió con Bankia.
Pero para hacerse una idea, si se habla tan solo de capitalización, la unión entre las dos entidades formaría un banco con un valor bursátil de unos 25.000 millones de euros, la mitad de lo que vale hoy Santander. Hay que tener en cuenta que Deutsche Bank se deja más de un 80% en bolsa desde el pico del 2007.
Los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión dejan poco lugar a la duda, ya que le dan una puntuación de 2,5 en una escala que va del 0 al diez y que sitúa al valor en fase de rebote.
