Sabemos que la salud, en genérico, es un sector con una demanda bastante inelástica. Todos sabemos que, cuando vienen mal dadas, reducimos de consumo discrecional. A lo mejor retrasamos la compra de un coche, pero la medicación la seguimos consumiendo. Pero mucho cuidado, porque no todo en el sector es defensivo. Y más todavía, con las políticas arancelarias de Trump.
Y, con todo ello, sigo convencido de que el sector salud es —a medio y largo plazo— uno de los pilares clave y con mayor solidez en una cartera diversificada.
Como vientos de cara, creo que hay tres riesgos muy para tener en cuenta. Y los tres tienen que ver con motivos políticos, extrínsecos al propio sector. El primero de ellos, como todos sabemos, es el nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Vinay Pasad al frente del CBER de la FDA. Conocemos su reticencia -por decirlo de un modo amable- a buena parte del sector. En segundo lugar, Trump ha propuesto reducir hasta en un 59% el precio de los medicamentos. Esta medida rompe una tradicional barrera entre la política y el sector. Siempre es mejor estar al margen de las decisiones políticas, que son cambiantes y restan estabilidad al sector, aunque en momentos puntuales puedan favorecerlo. Y, por supuesto, en tercer lugar, los aranceles. Por ejemplo, las farmacéuticas europeas se están viendo obligadas a invertir en suelo americano, ya que un 50% de sus beneficios viene del otro lado del Atlántico.
En términos de cotización, estos tres riesgos los ha puesto de manifiesto el mercado en forma de caídas o menores rentabilidades. La mayor presión sobre los márgenes es una realidad que no escapa a los inversores.
A pesar de estos contratiempos o un panorama menos alentador, sigo siendo fiel creyente de este sector. En primer lugar, quiero recordar que este sector tiene numerosos subsectores muy distintos entre ellos. Nada tiene que ver la farma tradicional o los equipos médicos y hospitalarios con las biotechs o la robótica y la health tech. El fondo que tenemos en cartera en Estrategias de Inversión se centra mucho más en parte equilibrada y defensiva tradicional, es decir, en grandes farmacéuticas y lo que se conoce como medical devices. Estos dos subsectores no tienen el potencial de crecimiento de los otros, pero no están tan expuestos a la enorme volatilidad, a la aprobación regulatoria, o a determinados ciclos bursátiles. Digamos que nos centramos en sectores que son el corazón del sector, más defensivos, más tradicionales, con ingresos muy recurrentes.
Y, en segundo lugar, las valoraciones están bastante atractivas. No solo por el potencial de revalorización, sino por los múltiplos a los que cotiza el sector, que están especialmente baratos.
Fuente: Carlos Arenas Laorga
La fe en el sector (en esta parte del sector) no viene del desconocimiento de los riesgos, sino de una serie de razones que son inexorables.
- Demografía y envejecimiento. Cada día, más de 10 mil personas superan los 65 años en EE.UU. Pero lo mismo o más acentuado sucede en Europa y no digamos ya en Japón. Más edad supone mayores gastos sanitarios, más tratamientos de enfermedades crónicas y mayor necesidad del sector farma.
- Innovación. A pesar de ser un sector muy tradicional, las terapias o los tratamientos no paran de avanzar. Y a ritmos muy acelerados, por cierto. A pesar de la compresión de márgenes, el sector salud innova de forma continua. Cada día hay nuevos productos que mejoran nuestras vidas.
- Demanda inelástica. Aunque ya lo hemos mencionado, nadie deja su tratamiento de cáncer porque el mercado bursátil esté cayendo.
- Refugio. Aunque se ha visto que no es un sector inmune, históricamente ha sido una muy buena protección. Con las valoraciones de ganga actuales y ofreciendo una probabilidad de menores caídas, sigue siendo una de las mejores alternativas frente a sectores más cíclicos.
Seguro que invertir en salud no es como hace una década. Ya no es un sector tan refugio dados los numerosos subsectores. Pero cada vez hay mayores vientos de cola a medio y largo plazo a su favor, como los 4 mencionados. ¿Conoces a alguien que gaste menos en salud hoy que ayer? Más bien al contrario. ¿Sabes cuáles son las tendencias demográficas? La necesidad del sector es indiscutible.
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