El IBEX 35 continúa mostrando una notable fortaleza y se mantiene muy cerca de sus máximos anuales. Este comportamiento confirma la solidez de la tendencia principal, aunque también nos obliga a vigilar de cerca los niveles de resistencia actuales. En estos rangos, no sería descartable ver al índice intentar un nuevo impulso hacia la zona de los 16.000-16.200 puntos de cara al cierre de ejercicio. No obstante, cabe esperar fases de consolidación o corrección intermedia, algo perfectamente normal tras las fuertes subidas acumuladas. De hecho, el retroceso visto el pasado viernes podría ser el inicio de un ajuste técnico del orden del 50% del último tramo alcista, lo que encajaría dentro de un movimiento saludable. Con todo, mientras los máximos y mínimos crecientes se mantengan intactos, no hay motivos para desconfiar de la tendencia de fondo. El Ibex, de hecho, sigue siendo uno de los índices más sólidos de Europa, lo que refuerza su atractivo relativo frente a otros mercados. El nivel clave a vigilar se sitúa en los 14.725 puntos, coincidente con la media móvil de 30 semanas. Mientras el Ibex 35 no pierda ese soporte, el sesgo seguirá siendo alcista.

La ponderación del sector bancario y financiero, que sigue beneficiándose de un entorno de tipos elevados, continúa siendo un factor determinante en esta fortaleza relativa. El bancario continúa destacando como el más fuerte por fuerza relativa en Europa. Predecir hasta dónde puede llegar esta tendencia alcista es prácticamente imposible. Los gráficos pueden orientarnos, pero no nos ofrecen certezas sobre cuándo se formará un máximo relevante. En este tipo de entornos, la estrategia más sensata pasa por mantener en cartera los bancos con mejor comportamiento relativo, mientras la tendencia siga siendo alcista. Cuando se produzca un cambio claro de dirección, será el momento de actuar, pero anticiparse intentando adivinar techos suele ser una apuesta arriesgada. El ETF que replica al supersector bancario europeo muestra una estructura claramente alcista, lo que respalda la continuidad del movimiento.

Dentro del índice, Banco Santander destaca especialmente: no hay otro banco europeo que haya subido más en el último año. Su fortaleza relativa es incuestionable y justifica mantenerlo en cartera, incluso pese a las correcciones puntuales.

Junto a Santander, Bankinter y Unicaja también presentan un comportamiento técnico sólido y pueden mantenerse en posiciones de medio plazo en cartera. En cambio, BBVA y Banco Sabadell merecen más cautela; no son de los bancos mas fuerte. Las posibles operaciones corporativas o movimientos estratégicos entre ambas entidades añaden un factor de incertidumbre que puede generar volatilidad en el corto plazo. Así que aprovecharía esa OPA para salir de Sabadell y antes que BBVA me quedaría con Santander. En resumen, la estrategia pasa por seguir apostando por la banca fuerte —Santander, Bankinter y Unicaja— mientras las tendencias se mantengan intactas. 

En cuanto al Oro, el aspecto técnico del oro sigue siendo positivo y la tendencia principal es alcista. No obstante, conviene recordar que ninguna tendencia alcista es lineal. Por definición, toda fase de subida incluye procesos correctivos que sirven para aliviar la sobrecompra y permitir nuevas impulsiones. En el caso del oro, aún no hemos visto una corrección significativa, lo que sugiere que podría producirse pronto. Aunque el oro podría seguir avanzando, una corrección del 10% sería perfectamente posible sin que ello supusiera un cambio de tendencia. Por tanto, la estrategia más prudente pasa por mantener posiciones si ya se está dentro, y esperar un retroceso antes de buscar nuevas entradas.

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