Larry Ellison sabe y mucho de tenis. No en vano desde 2009 se convirtió en el propietario del que se conoce como el quinto grande en el circuito, el torneo de Indian Wells, lo más parecido a un torneo de Grand Slam como Wimbledon, sin serlo. Es habitual verlo con su hija en el palco de honor, presidiendo los partidos. Y sabe que los mercados financieros se parecen mucho a ese deporte. De repente, eres el rey y lo ganas todo, llegas a ser número uno del mundo, y en un mal día, te puede meter una paliza el número 300 del mundo. 

Y ese fluctuar, y comprender esos vaivenes, le ha ayudado mucho en la dinámica empresarial, porque lo mismo le ha pasado a él en los últimos años. Su fortuna personal renacida, alcanza los 394.000 millones de dólares, lo que le llevó a mediados de septiembre a desbancar, aunque fuera por un instante, al todopoderoso Elon Musk de Tesla al frente a la clasificación de los hombres más ricos del mundo. 

50 años detrás de Oracle, le han devuelto al Top10 de los megamillonarios, algo que no es nada habitual entre las tecnológicas. Hablamos de empresas que nacen, se desarrollan y, o bien se reconfiguran y renacen, como Netflix, de blockbuster a streaming, o mueren. Lo mismo para Oracle.

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Según los últimos datos de la SEC, el regulador bursátil americano, el magnate californiano tiene 1.160 millones de acciones de Oracle, el 41% del total de los títulos en circulación de la compañía. Y, frente al resto de superricos, posee con diferencia la mayor participación individual de sus compañías. 

Para que nos hagamos una idea, Mark Zuckeberg tiene el 14% de Meta (Facebook) y Jeff Bezos tan 'solo' el 8% de Amazon tras sucesivas desinversiones, especialmente en los últimos años. Elon Musk tiene algo menos del 20% de Tesla. 

Las subidas del 77% anual de Oracle han propiciado este fuerte repunte, y, también, en lo que a su participación tan elevada se refiere, las recompras de acciones que han reducido en un 36% el total de los títulos y elevado su presencia. Del 23 al 41% actual, con un número estable en su presencia accionarial en la compañía. 

Pero también ha invertido de forma importante en Twitter, ahora X, ya fuera del mercado y en numerosas startups tecnológicas, y sobre todo, de longevidad.  Archifamosa -y evidente- es su afición por la cirugía estética para este tycoon de 81 años, que claramente no los aparenta, en un hombre que indica que "la muerte nunca ha tenido sentido para mi". 

Y lo que comparte con Elon Musk, es su presencia accionarial en Tesla De hecho, posee en torno a 45 millones de acciones de la compañía de vehículos eléctricos. Una presencia que representa el 1,4% de la compañía con un valor de mercado que supera los 19.100 millones de dólares, en estos momentos de mercado. Todo comenzó en 3 millones de acciones, que adquirió Ellison en diciembre de 2018, cuando se convirtió en el segundo accionista indivial después de Elon Musk. 

A pesar de sus continuas fluctuaciones, lo cierto es que el valor ha subido, en seis años, la friolera de un 2550% hasta los 425 dólares, desde los 16. eso sí, en lo que va de año, la aportación de este valor a su cartera, no ha sido elevado, a pesar de la recuperación del 225 por parte de las acciones de la compañía en el último mes, ya que apenas se revaloriza un 5,7% en lo que va de ejercicio. 

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La tercera de sus grandes tenencias de acciones se circunscribe a Paramount Skydance. Se trata de un emporio de medios de comunicación formado por la unión entre la compañía que dirige su hijo David Ellison, Skydance Media, tras adquirir el legendario estudio de Hollywood Paramount, también propietario de la cadena de televisión americana en abierto CBS. 

Y se da la circunstancia de que poseen el 77%, no solo, sino junto a su familia, de Skydance Media, que presenta una capitalización bursátil de 20.150 millones de dólares que se revaloriza en el año más de un 80%. Cotizando a tan solo 12 veces sus ganancias futuras, en su PER, la relación precio beneficio, se encuentra muy por debajo de las 25 veces de media en Wall Street.