Los grandes fondos internacionales están merodeando hace tiempo por España, analizando oportunidades de compra. Buscan tomar posiciones en grandes compañías, inmuebles, pero de momento, comienzan a entrar suavemente en deuda pública. Este es uno de los motivos por los que Octubre, mes que se antojaba terrible para las colocaciones del Tesoro, se haya saldado con total solvencia.

Las últimas subastas del organismo encargado de la financiación del Estado han tenido tipos aceptables pero, sobre todo, mucha demanda. Las recientes colocaciones del 16 de octubre y el 18 de octubre tuvieron como denominador común que se superaron los importes máximos de colocación previstos. Entidades como Ahorro Corporación no dudaron en calificar estas pujas como “muy buenas”.

El Gobierno de Mariano Rajoy tiene ahora el horizonte despejado en cuanto a vencimientos se refiere, aunque los meses de junio y julio los mercados estuvieron prácticamente cerrados tanto para emisores privados como para el Tesoro. El dinero de muchas colocaciones llegó gracias al Banco Central Europeo (BCE) y sus inyecciones de liquidez extraordinaria para la banca española.

Soberanos y privados

Algunas gestoras confirman que los fondos soberanos de Asia y algunos emiratos, así como varios fondos internacionales de relieve vuelven a tomar posiciones en deuda doméstica. Sin grandes alardes, pero con determinación. ¿El motivo?

“Básicamente, la inminencia del rescate”, señalan desde una gestora. La ayuda financiera y, sobre todo, el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) hacen que siga habiendo bastante dinero a ganar con la curva de tipos española.


Pero, además, los bajos precios de las empresas españoles hacen que los grandes inversores internacionales miren cada vez con más cuidado las opciones de compra. “El momento de comprar es ahora”, decían desde dicha gestora, anunciando unos próximos meses movidos en materia de compras, “ya sean grandes operaciones o pequeños goteos, como las ventas de carteras morosas que se están registrando últimamente”. En este sentido, “la puesta en marcha del banco malo será un dinamizador importante”.